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24 de mayo de 2012.- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, cuestionó que la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) permanezca en Estados Unidos, luego de que ese país le negara la visa a una ministra ecuatoriana que había sido invitada a participar en un foro del organismo multilateral.

Correa calificó de abuso por parte de Estados Unidos la negativa a concederle la autorización para ingresar al país a la titular de la Secretaría de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana, Mireya Cárdenas, quien estaba invitada a participar en el Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas, de la ONU, en Nueva York, entre el 7 y 18 de mayo de 2012, reseñó El Comercio.

 

“Si siguen estas posiciones imperiales, soberbias, prepotentes (de Estados Unidos), habrá que plantearse el cambio de la sede de las Naciones Unidas. Pero esto es inadmisible, intolerable, que a una ministra de un Estado soberano, invitada por la ONU a un foro, le nieguen la visa”, enfatizó.

Previamente, la cancillería ecuatoriana envío una nota de protesta a la Embajada de Estados Unidos en Quito en la que expresaba que “Ecuador considera que la actitud de los Estados Unidos contradice el Acuerdo Relativo a la sede de las Naciones Unidas, del 31 de octubre de 1947”. Además, recordó que el acuerdo establece que “las autoridades federales, estatales o locales de los EEUU no pondrán obstáculo alguno al tránsito de entrada o salida del distrito de la sede de la ONU”.

El pasado mes de marzo, la cancillería ecuatoriana también cuestionó que la sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se encuentre en Estados Unidos, “un país que no reconoce el sistema interamericano de derechos humanos”, señala el canciller Ricardo Patiño; por ello planteó un cambio urgente de sede.