Autor: Hedelberto López Blanch
El poder militar que posee Irán y la unión de los dirigentes con su pueblo, influyeron a los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, a desechar por el momento los tambores de guerra y en su lugar imponerle un fuerte bloqueo económico en aras de debilitar al gobierno y, de esa forma, encontrar una brecha para adueñarse del país y de sus grandes reservas petroleras.
Hasta ahora esa táctica no le ha dado resultado pues Teherán ha logrado evadir las sanciones y continuar adelante con su desarrollo económico-científico-social.
Los bloqueos económicos han sido las primeras medidas utilizadas en estos últimos tiempos por Washington para adueñarse de zonas estratégicas del Medio Oriente y del norte de África. Seguidamente lanzan, bajo cualquier pretexto, invasiones y ocupaciones de países como ocurrió en Afganistán, Irak o Libia, por citar los más conocidos.
En cuanto a la República Islámica de Irán, tercer exportador mundial de petróleo, Estados Unidos e Israel (este último poseedor de más de 200 armas nucleares y principal enemigo de Irán) lo acusan de llevar adelante un programa no pacífico de energía nuclear, lo que han negado en reiteradas ocasiones las autoridades de Teherán.
Las sanciones impuestas contra la nación persa no han funcionado en la medida en que lo ansiaban los países occidentales debido a que varios importantes países importadores de crudo como China, India y Corea del Sur, han continuado comerciando con Irán.
La Unión Europea concertó eliminar todos los intercambios con esa nación a partir de julio y prohibirá que aseguradoras y reaseguradoras del viejo continente cubran a buques que llevan crudo iraní a cualquier parte del mundo, lo que amenaza con reducir los envíos y elevar los costos de los principales compradores. Mientras, Estados Unidos anunció que ha puesto en lista negra a los países que a partir de ese mes mantengan relaciones comerciales con Teherán.
Ante la decisión europea el gobierno de Mahmud Ahmadinejad acordó hace dos meses eliminar los suministros petroleros a España, Italia y Grecia, lo que ha significado un duro golpe para esos países.
Italia, España y Grecia tienen al país persa como suministrador fundamental. Para Madrid, Irán fue en 2011 el principal vendedor con un 14,6 % del total y a Italia le representó el 13,1 %.
Pero el mayor impacto recayó sobre Grecia pues el pasado año, el país heleno obtuvo en torno al 18 % de su petróleo de Irán en condiciones ventajosas pues se lo entregaba sin exigir garantías financieras pese a la crisis económica helena.
Aunque no es menos cierto que las sanciones adoptadas representan perjuicios y molestias para Irán (subida de los productos básicos y la inflación) al tener que reducir sus exportaciones de petróleo, esto se ha compensado ligeramente con los altos precios internacionales del combustible.
Entre las soluciones, Irán ha aceptado yuanes chinos y rupias indias por petróleo, monedas que después utiliza para adquirir bienes y servicios de ambos países.
Otra relevante situación a tener en cuenta es que al privar Estados Unidos y la UE a Irán de acceso al sistema bancario internacional (SWIFT) mediante el cual se efectúa la mayoría de los pagos denominados en dólares en todo el mundo, podrían haber cometido un error estratégico.
Teherán considera la posibilidad de introducir los llamados “vales de energía” a través de los cuales el país persa salda en los últimos años sus cuentas con Turkmenistán y a otros proveedores de gasolina y electricidad. Como esos bonos dependen aún de los precios mundiales de la energía, muchos podrían optar por no gastarlos y esperar tiempos mejores.
Al tener Irán que cumplir con las obligaciones para garantizar el valor de los vales, estos pueden ser aceptados también por otros países y se convertirían en una “divisa de energía”. Si Teherán vincula su moneda nacional a los precios del petróleo, el rial podría ser entonces la primera “moneda de energía” y por ende fortalecería la economía del país.
Pero mientras encuentra variantes, la República Islámica continúa su desarrollo y anunció recientemente un ambicioso proyecto de construcción de pequeñas refinerías (gasolina, gasóleo y queroseno) que tendrán capacidad para procesar 10 000 barriles diarios cada una.
Las usinas se instalarán por todo el país a un costo de 100 millones de dólares y sus producciones pueden ser utilizadas para satisfacer las necesidades internas y para la exportación.
Asimismo, se anunció la puesta en explotación de nuevos depósitos de crudo en el Golfo Pérsico que permitirán alcanzar una capacidad total de almacenamiento de 4,7 millones de barriles.
Teherán acaba de adquirir el barco petrolero más grande del mundo con un tonelaje de 2,2 millones de barriles y a un costo de 300 millones de dólares. Este año recibirá otros siete superbanqueros y cuatro llegarán en 2013.
La madre naturaleza también ha favorecido a Irán que en abril y mayo ha hallado, según las autoridades, los mayores yacimientos de oro negro en la historia del país, situado en el sur de la provincia de Juzestán y en el mar Caspio.
En todo el territorio iraní se han descubierto 18 yacimientos y sus reservas de crudo sobrepasan los 154 000 millones de barriles.
El petróleo es una necesidad imperiosa para la gran mayoría de los países del mundo que no lo poseen y por tanto Irán es un ente importante en su producción y comercialización. Pero a la par occidente sabe que es un hueso muy duro de roer por medio de la guerra.
Por tanto, será mejor llegar a acuerdos de comprensión e intercambios comerciales pacíficos que iniciar un conflicto de imprevisibles consecuentes que podría significar el inicio de una Tercera Guerra Mundial. Todos saldríamos perdiendo.
hedelberto@yahoo.es