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Nueva York, mayo 6, 2012 – Numerosos desacuerdos, uno de ellos por la llamada economía verde, obligó a Naciones Unidas a agregar una semana más de negociaciones sobre el documento final de la próxima conferencia sobre Desarrollo Sostenible (Río+20).

Según se informó, la segunda ronda de discusiones debía concluir el pasado viernes con al menos 90 por ciento del trabajo terminado, pero una elevada cantidad de puntos polémicos forzó a agregar un nuevo espacio del 29 de mayo al 2 de junio.

 

Luego de esas jornadas, solo quedará una fase de negociación, fijada para comenzar en Río de Janeiro el 13 de junio, ocho días antes del inicio de la reunión de jefes de Estado y Gobierno, programada del 20 al 22 de ese mes. El subsecretario general de la ONU a cargo de Río+20, Sha Zukang, dijo que hasta ahora el borrador inicial ha sido reducido en un centenar de páginas, pero todavía resulta demasiado extenso, por lo que llamó a trabajar con «sentido de genuina urgencia».

Fuentes diplomáticas indicaron que el tema de la denominada economía verde, impulsado por los países industrializados y la propia ONU, concentra buena parte de la oposición de las naciones subdesarrolladas. Entre los argumentos para ese rechazo está la pretensión encerrada en ese nuevo concepto para mercantilizar la cuestión de la lucha por el desarrollo sostenible y contra el cambio climático, sin alterar en nada los actuales patrones de producción y consumo en el mundo.