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3 de mayo de 2012. – A la periodista María Elizabeth Macías la asesinaron en México, a finales del año pasado, por escribir sobre los negocios de los narcotraficantes. Esta nación, junto a Honduras y Colombia encabezan la lista de países de América Latina donde se vulnera más la libertad de prensa.

Este jueves 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Recientemente en un debate sobre Las nuevas constituciones latinoamericanas y su impacto en la libertad de prensa, el profesor Roberto Viciano, de la Universidad española de Valencia, indicó que las cartas magnas de Venezuela, Bolivia y Ecuador contemplan principios como el reconocimiento de la libertad de opinión y de la libertad de empresa.

 

Citando como fuente un informe de la Relatoría de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), señaló que en 2010 se produjeron 13 asesinatos de periodistas en México, dos en Colombia y nueve en Honduras, mientras que en Venezuela y Bolivia no hubo ninguno, y en Ecuador uno, según agencias de noticias internacionales.

Sin embargo, esta comisión, financiada principalmente por los Estados Unidos, y acusada de plegarse al golpe de Estado de 2002 contra el presidente Hugo Chávez, no deja de emitir comunicados donde destaca su «preocupación» por la situación de libertad de expresión en Venezuela.

Este lunes, Venezuela anunció su próximo retiro del CIDH. Ya en marzo, el representante de Venezuela en la audiencia sobre libertad de expresión de la CIDH, Germán Saltrón, había denunciado que esta instancia estaba parcializada contra el gobierno de venezolano.

En esa oportunidad citó que la comisión ha dictado cerca de 30 medidas cautelares por denuncias que calificó de infundadas, realizadas en el país en los últimos 13 años; efectividad que contrasta con la década que se tardó el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para hacer justicia en el caso de El Caracazo, estallido social ocurrido en 1989.

La libertad de hoy y de ayer

La Venezuela de hoy marca una gran distancia con la época de la democracia representativa, en cuanto a libertad de prensa se refiere, considera la periodista y directora de la Radio del Sur, Desireé Santos Amaral, pues en la llamada Cuarta República ésta fue coartada en repetidas ocasiones.

«Hubo muchísimos hechos que limitaron esta libertad, allanamientos a los medios, censura previa, establecieron censores en los medios durante los sucesos del 27 de febrero de 1989. A lo largo de los años de la Cuarta República fue una verdadera dictadura desde el punto de vista de la información y de la libertad de expresión».

Santos Amaral apunta que los medios de comunicación pactaban con el Poder Ejecutivo y amparaban medidas gubernamentales que desmejoraban las condiciones del pueblo. «Cuando se eliminó la retroactividad de las prestaciones sociales (1997) los medios apoyaron ir contra los trabajadores, apoyaron esa decisión del Gobierno (de Rafael Caldera) y era muy difícil que los trabajadores accedieran a tener espacios en los medios de comunicación para expresar sus opiniones».

Destacó que las limitaciones a la libertad de expresión las han hecho precisamente los medios de comunicación «que han querido sustituir a los partidos políticos y se han desvinculado del verdadero rigor profesional».

El escritor y periodista Luis Britto García anota que además de suplantar a los partidos políticos, los medios incitan a la discriminación étnica y social, a la guerra civil, al sabotaje de la industria petrolera y al golpe de Estado, y además dice que es una práctica usual de las empresas privadas de comunicación difundir contenidos tendientes a crear pánico en la ciudadanía.

¿Informar o generar zozobra?

La supuesta noticia del «agua podrida» que iba a causar el crecimiento del autismo, alzheimer o incluso la muerte en la población, de la cual se hicieron eco el canal Globovisión y periódico El Carabobeño quedó como prueba de la capacidad de medios de generar angustia en la población, al evadir su deber de informar.

Britto García ofrecie además algunos ejemplos de cómo el diario Tal Cual participó en esta campaña, al vertir el tinte racista en una caricatura, y de los titulares de Últimas Noticias: «Alertan sobre contaminación de embalses que surten a Caracas» y «En tela de juicio calidad del agua en Venezuela», del 15 y 19 de marzo, respectivamente.

«A la velocidad de las rotativas una campaña sobre un suministro de agua local en oriente, vincula en el centro en forma fantasiosa agua ‘salubre’ y autismo y Alzheimer, y se potencia hasta abarcar la capital y luego la totalidad del país», dijo en su artículo «En Venezuela los medios de comunicación crecen y se expresan sin cortapisas».

Unos meses antes, Globovisión había llevado sus cámaras a los alrededores del Centro Penitenciario El Rodeo para «informar» sobre el operativo de desarme en este recinto carcelario. 18 declaraciones de familiares de los internos fueron transmitidas con una frecuencia de 300 veces durante cuatro días; en la edición de los videos, a las imágenes les fueron incorporados sonidos no pertenecientes al audio de origen e incluso fueron insertados efectos especiales de sonido, como el de ametralladoras.

El 18 de octubre, el director general de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, Pedro Maldonado, informó la decisión del directorio de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, de sancionar a Globovisión con una multa de 7,5% de los ingresos brutos obtenidos en el año fiscal 2010 por generar zozobra durante las transmisiones realizadas en las inmediaciones de los centros penitenciarios El Rodeo I y II.

Responsabilidad, es una palabra en la que insiste la periodista Santos Amaral y que se vulnera cuando se trata de atacar al Gobierno Nacional. «A diario vemos cómo manipulan, tergiversan y desinforman, y cómo hacen uso irracional de los medios para sesgar o ocultar cosas que se refieren a la derecha nacional e internacional o exagerar problemas que puedan ser adjudicados a la izquierda nacional e internacional», expresó

También, el diputado y periodista Earle Herrera, insiste en el ejercicio de la responsabilidad: «la libertad no es absoluta, no es para vulnerar los derechos de otros ciudadanos», destacó en una reciente entrevista.

El catedrático e investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (Flacso), Mauro Cerbino, en un Foro – Conferencia que analizó la libertad de prensa en la Región Andina, apuntó que los medios de comunicación aparecen como «los paladines de la defensa de libertad de expresión» y se refieren muy poco a la libertad de prensa, que implica una responsabilidad de quien genera la información u opinión.

Explicó que la expresión personal que queda en un pequeño círculo tiene consecuencias distintas a la información que el periodista o el medio difunde. «Es una responsabilidad que tiene directa relación con las implicaciones que esos contenidos puestos en circulación por el periodista o el medio van a tener en cada uno de nosotros».