
Añadió que entre las propuestas se analiza “fusionar las funciones de los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea”, cargos que ahora ocupan el belga Herman Van Rompuy y el portugués José Manuel Barroso, respectivamente. Es decir, se busca concentrar las funciones políticas y del Ejecutivo en una sola persona.
Los partidarios de esta idea consideran que esto ayudaría a la UE a hablar con una sola voz. Por otro lado, habría un líder sólido en toda Europa, capaz de proteger el ‘sueño federalista’ europeo dañado por la dura crisis económica de los últimos años. De hecho, varios líderes europeos han cuestionado su membresía a la UE creyendo que es la causa de sus problemas económicos.
Sin embargo, “la fusión de las dos presidencias podría agravar el conflicto de intereses” en la UE, según Lord Howell. Los euroescépticos incluso comparan esta tendencia unificadora con los planes de Napoleón Bonaparte (1769–1821) o con el Sacro Imperio Romano Germánico de la época de Carlomagno (circa 748–814).