Los incidentes se iniciaron al final de una marcha pacífica por el centro de Montreal que congregó a unas 5.000 personas para protestar contra el aumento del 75 por ciento en las matrículas universitarias, anunciado por el Gobierno de la provincia de Quebec.
Tras dos horas de marcha, la policía declaró la manifestación ilegal y cargó contra los estudiantes utilizando material antidisturbios, lo que fue contestado con la quema de vehículos y el lanzamiento de objetos contra las fuerzas policiales.
Los escaparates de bancos y otros establecimientos comerciales sufrieron también destrozos durante los disturbios que se prolongaron durante gran parte de la noche.
Durante los enfrentamientos resultaron heridos tres policías, quienes se enfrentaron a los estudiantes con diversos objetos contundentes. Según fuentes oficiales la policía utilizó gas pimienta para la dispersión de las concentraciones estudiantiles.
Las violentas acciones estallaron después romperse las conversaciones entre el ministro de Educación, Line Beauchamp, y tres agrupaciones estudiantiles que negociaban un arreglo.
Hasta este jueves se reportan más de 200 detenidos durante las manifestaciones de esta semana.
Según informó la Policía, 148 de los arrestados enfrentan acusaciones criminales por vandalismo, mientras que otros tres serán imputados por cargos mayores por obstruir a la policía y perturbación de la paz.
El primer ministro de la provincia de Québec, Jean Charest, enfrenta una creciente presión, incluso de su propio partido, el Liberal, para que se involucre personalmente en las negociaciones y ponga fin a la huelga que una vez más degeneró en un caos.
Los universitarios quebequenses están amenazados de un incremento de 1.625 dólares en gastos de matrícula para los próximos cinco años.El plan propuesto está programado para ser efectivo desde el 2012 hasta el 2017.
Desde mediados de febrero, los estudiantes efectúan manifestaciones casi diarias y han bloqueado los puentes y las carreteras principales de la cosmopolita urbe, con el fin de intensificar la presión sobre el Gobierno para que cese la escalada en el precio de las matrículas.