Autor: Gabriel Delgado
Mario Vargas Llosa ha puesto su galardonada pluma al servicio de la causa de los especuladores que controlan Repsol.[1] Ahora el literato utiliza todo el prestigio de su Premio Nobel para dar una ayudita a individuos como Brufau, quien antes de sentarse en el sillón de presidente de Repsol, era un personaje de las altas finanzas europeas e incluso participó de la negociación de varias deudas externas.[2]
Repsol es propiedad [3] en su mayoría de la Banca La Caixa y de elementos financieros vinculados a la burbuja especulativa de la construcción, causante de la crisis española – y no el gasto público [4] como dicen los socios políticos de Repsol -, quienes ahora ocupan el gobierno peninsular y profieren bravuconadas, y andan alborotando los edificios parlamentarios de la hiper proteccionista [5] y ajustadora Unión Europea por el tema de YPF.
Pero no sólo con ignaros ministros del ejecutivo español[6] cuenta Repsol, sino también con el ex Jefe de Gabinete argentino, Alberto Fernández, quien cobra 25.000 pesos mensuales por asesorarla en el “área de comunicación estratégica y asuntos públicos”, según las planillas de contratación de personal encontradas por los interventores y que el mismo Fernández admitió.[7]
Cabe aclarar que el ex funcionario ha denostado el proceso legal de expropiación de YPF participando del programa televisivo en el canal TN, del Grupo Clarín, que conduce el columnista principal de “La Nación”, Morales Solá.
Ahora, Vargas Llosa es como un Alberto Fernández literario, que publica en el diario “El País” de Madrid sus opiniones contra Cristina y una “porción considerable del pueblo argentino” que apoya a los gobiernos peronistas, lo cual para el escritor peruano es un “misterio indescifrable”.
Sentencia el venerable escritor: “Los males que padece ese gran país que fue Argentina se deben al peronismo”.[8]
Aquí no sabemos si el peruano ha invocado la sombra del Almirante Rojas al tomar su insigne pluma – como Sarmiento en su Facundo –, o si acaso Zeus tonante se equivocó de destinatario y mandó a Hipnos a visitar a don Mario con el sueño que le corresponde al encarcelado General Videla en las raras ocasiones que puede conciliarlo.
Si este renombrado autor, – cuyos méritos literarios no discutimos, pero sí sometemos sus opiniones generales a la crítica política, ya que el sólo se metió en ésta arena -, no comprende lo que fue el peronismo y la tradición que ha legado, lo dejaremos sólo con su enigma. No queda bien recomendar algunos libros a un Premio Nobel.
Por nuestra parte confiamos en el pueblo argentino, que ha apoyado históricamente los ideales que expresó el peronismo, que fue un movimiento nacional y democrático (nacionalismo económico, justicia social) al igual que el yirigoyenismo (democracia política; también fundó YPF). Pero también sabemos que el peronismo requiere ser explicado, pero por los argentinos y los latinoamericanos, pensando desde aquí y con nuestros criterios genuinos elaborados a partir de nuestra propia realidad histórica.
Por el contrario, la incomprensión que confiesa Vargas Llosa es el resultado de pretender encajar al peronismo en los moldes ideológicos del Viejo Mundo: “… su confusa ideología donde se mezclan las más contradictorias aportaciones, el nacionalismo, el marxismo, el fascismo, el populismo, el caudillismo…”.[9] El notable autor ha caído en la tragedia de tantos intelectuales formados en las usinas culturales de factoría anglo europea de las capitales exportadoras suramericanas: ha tendido un lecho de Procusto y busca amoldar el fenómeno de la realidad viviente a las categorías concebidas para explicar otras realidades de otros tiempos en otro continente.
Pero a estas alturas ya es imposible: la víctima, sin esperar la llegada de Teseo, no se deja rebanar y sigue vivita y coleando en la Historia. Entonces estos escritores fracasan en su esfuerzo cognoscitivo y se dedican a consagrar su pluma a los grandes intereses editoriales y periodísticos de la semicolonia. Es el destino típico de la intelectualidad latinoamericana que se divorcia del esfuerzo creador que llevan adelante los pueblos y sus dirigentes en los momentos de flujo histórico, progreso que nunca está a la altura de sus fantasías revolucionarias, cuando el poeta es izquierdista, o que condenan por “bárbaro” y “populista”, cuando el amargado escritor es de derecha liberal.
No es difícil rebatir la amenaza de la corporación de la que forma parte Repsol y que Vargas Llosa, junto a varios hombres de pluma argentinos repiten por los medios oligopólicos[10], que consiste en amedrentarnos con el espantajo de la “desconfianza de los inversores”, así como la mentira de la necesidad de atraer capitales extranjeros para nuestro desarrollo, cuando lo que requiere el continente es concluir con la transferencia de riqueza a los países centrales – como hace Repsol, dejando en su paso unas migajas en España y siguiendo rumbo al Norte -; engañifa que predica el comentado autor peruano en su desdichada nota. Pero lo dejamos para otra ocasión.
Ahora sólo importa aclarar que el innoble servicio que presta Vargas Llosa a la corporatocracia internacional con todo su prestigio de Premio Nobel será ineficaz, aunque sólo alcance para confundir y atemorizar a unos pocos tilingos. El común del pueblo argentino sabe que el Destino suramericano no depende del crepuscular Olimpo financiero, sino de sí mismo, envuelto en la grandiosa aventura histórica que constituye un ciclo heroico de lucha bicentenaria por la integración y la independencia cultural y económica del Nuevo Mundo, en pos del universal anhelo de vivir más felices en una sociedad más justa.
Notas
[1] Vargas Llosa, Mario, La guerra perdida, El País, España, 22/04/2012
[2] León, Matías, Los defensores de Repsol son cómplices del ajuste, Revista Integración Nacional, www.rinacional.com
[3] Las acciones de Repsol están en un 51,2% en manos extranjeras. Sólo paga impuestos en España por el 25% de los beneficios obtenidos en todo el mundo y posee 45 sociedades domiciliadas en paraísos fiscales. V. Sylvestre, Gustavo, Es tiempo de rectificaciones, Diario Uno, Mendoza, 22/04/2012
[4] F.M.I., El País, The Financial Times (Londres) y The New York Times, citado por Tereschuk, Nicolás, La década perdida de España, Diario Uno, Mendoza, 22/02/2012
[5] “Nosotros tenemos como máximo arancel de importación un 35, la Unión Europea tiene en muchísimos productos, en la mayoría de ellos, picos arancelarios por arriba de los 100 puntos. Todo esto se conjuga con el creciente uso de restricciones técnicas a la importación, como son las barreras sanitarias, fitosanitarias y los subsidios”. Canciller Héctor Timermann citado en: Brics: ladrillazos al neoliberalismo, semanario Miradas al Sur, Bs. As., 22/04/2012
[6] “Lo que sí discutimos es que pueda uno expropiar sin pagar, que se pueda uno apropiar de una empresa sin pagar a los accionistas» Ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo citado en: “Ahora España implora un ‘arreglo amistoso’ por YPF”, diario digital MDZ online, Mendoza, 23/04/2012. Es razonable preguntarse si el ministro es tan ignorante que no sabe que la indemnización por expropiación debe fijarla el Tribunal de Tasaciones de la Nación, cf. a la legislación nacional, y no el Poder Ejecutivo.
[7] Diario Tiempo Argentino, Bs. As., 23/04/2012
[8] Vargas Llosa, Mario, op. cit.
[9] Vargas Llosa, Mario, íbíd.
[10] Morales Solá, Joaquín, La peor crisis internacional desde el default, diario La Nación, Bs. As., 22/04/2012
Fuente: