
«En los focos del conflicto se han detectado casos de violación de los acuerdos de alto el fuego por ambas partes: tanto por las tropas del Gobierno como por los grupos opositores», dijo Lukashevich.
Con todo, el nivel de violencia en el país ha disminuido de manera considerable, agregó.
Al mismo tiempo, Kadri Dzhamil, el jefe de una delegación del opositor Frente Popular por el Cambio y la Liberación de Siria que está de visita en Moscú, expresó hoy su esperanza de que la violencia en el país árabe pronto amaine.
«A día de hoy, el cumplimiento del plan de (el mediador internacional) Kofi Annan se ve dificultado, pero sí se va cumpliendo poco a poco», dijo el opositor sirio, citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
También cargó contra las sanciones impuestas por el Occidente: «Resulta que no son contra el régimen sino contra el pueblo, afectan a la situación económica y al nivel de vida en el país», dijo.
Desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Al Asad en marzo de 2011, más de 9.000 personas han muerto, 200.000 se han visto desplazadas a otros lugares del interior del país, y unas 30.000 se han refugiado en los Estados limítrofes, según datos de la ONU, que no precisa los muertos por atentados terroristas auspiciados por paises occidentales que hacen parte del organismo mundial.
