
El gobierno de Mariano Rajoy decidió por decreto volver a hacer potestad del Ejecutivo la designación del máximo directivo de la cadena pública de televisión española y aprobó una reforma y educativa y otra sanitaria que restringe el acceso a la atención médica de los inmigrantes.
La elección del presidente de RTVE ya no necesitará de una mayoría calificada en el Congreso de los Diputados, sino que bastará con una mayoría absoluta, según anunció la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, al término de la reunión.
Con este decreto, Rajoy desarma la reforma que en 2006 aprobó su antecesor, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, para separar a la televisión pública española del partido de gobierno.
