
“Habrá consecuencias y esas consecuencias se van traducir a lo largo de los próximos días en medidas a adoptar por parte del gobierno”, expresó en rueda de prensa el ministro de Industria y Energía español, José Manuel Soria, quien estuvo acompañado del ministro de Relaciones Exteriores, José García Margallo.
Soria señaló que “cualquier tipo de actividad hacia una empresa española en el exterior es una hostilidad contra España, es una hostilidad contra el gobierno de España y por tanto esas hostilidad genera consecuencias”.
Esas declaraciones fueron realizadas luego que la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció el envío de un proyecto de ley al Congreso Nacional en el que propone la “Recuperación de la soberanía hidrocarburífera”, que contempla la expropiación de parte del Estado del 51 por ciento de las acciones de YPF.
“Ese 51 por ciento no va a ser manejado por ningún grupo ecónomico local ni extranjero, sino que será manejado por el Estado Nacional, asegurando a través de la profesionalización de su management que va a tener recursos y que va a ser sustentable”, dijo la mandataria argentina.
Repsol controla YPF desde 1999, luego que la estatal petrolera argentina también fuera víctima de la ola privatizadora del ex presidente Carlos Menem.
