Los enfrentamientos, en los que habrían muerto 147 personas y 395 resultaron heridas, según este canal de televisión árabe, estallaron entre efectivos armados de la tribus tubu, originarias del sur del país y con presencia en Chad y Níger, y milicianos de otras tribus de origen árabe.
El acuerdo, cuya firma estaba prevista para hace tres días, pero que finalmente no se pudo materializar al producirse un nuevo estallido de los choques, incluye la retirada de los combatientes tubu de la ciudad y la entrega a las fuerzas de seguridad estatales de los centros vitales de la ciudad, la principal del sur del país. El acuerdo ha sido firmado por representantes políticos de varias zonas y milicias de la ciudad, así como representantes de 13 tribus.
El portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, Mohamed al Harizi, había asegurado con anterioridad que los choques estallaron por «diferencias sobre la distribución de las compensaciones económicas a los milicianos» que participaron en el derrocamiento de Gadafi. Según el portavoz, una disputa sobre este reparto acabó en una trifulca en la que murió un miembro de una tribu tubu, lo que desembocó en los sangrientos choques que se prolongaron durante seis días.