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Moscú, marzo 25 – La misión de Kofi Annan es, probablemente, la última oportunidad para que Siria evite una prolongada guerra civil. Así lo ha afirmó el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, durante su reunión con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para el conflicto sirio.

“Vamos a ofrecer toda la ayuda a cualquier nivel y en distintas áreas, en las que Rusia es capaz de ofrecer tal ayuda”, agregó Medvédev. A su juicio, hay que dar tiempo a Annan para que trabaje en Damasco y sólo después de eso adoptar unas nuevas resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.

La reunión tuvo lugar en el aeropuerto moscovita de Vnúkovo, desde donde el presidente ruso partirá para una cumbre dedicada a la seguridad nuclear en Seúl. A su vez el representante especial de la ONU saldrá rumbo a China, el segundo país que en dos ocasiones vetó los proyectos occidentales de resoluciones contra Siria.