Autor:
Los jugadores de billar y sus derivados, conocen de sobra cuándo y cómo hacer carambolas. Los venezolanos comunes también lo comprenden: dar n golpe a una bola escogida para que esta, a su vez, golpee, la que interesa sacar del juego o anularla.

Si miramos un mapa del oriente medio, comprenderemos en seguida, con más claridad, lo que parece ser la decisión multilateral, que auspicia el Presidente Obama como cabeza visible del Imperio. Para ello recurrieron primero a la Organización de las Naciones Unidas en su Consejo de Seguridad, repitiendo el esquema empleado con éxito en el caso de Libia, sobre cuyos desastres y situación actual hay poca o ninguna información de prensa. Pues bien, han seguido aplicando una tras otra medidas económicas sobre el gobierno de Siria, acompañadas de todo tipo de amenazas, a las cuales se ha prestado dócilmente la Unión Europea. Además, el actual gobierno de Turquía, ha anunciado que está listo para atacar cuando lo decida el Imperio junto con la OTAN, instrumento militar creado por Estados Unidos en la época de la URSS, la cual ha sido reforzada con a presencia de soldados y equipos adicionales a los que ha movilizado el gobierno de Estados Unidos, pero eso sí, bajo su estricta dirección. Irak, Afganistán y Libia, son los más tristes y claros ejemplos de tales problemas generados desde Washington cuyos resultados los conoce la humanidad: millones de muertos, miles de heridos e inválidos, países destruidos en su infraestructura y que además, perdieron su riqueza: el petróleo y el gas, cuyos yacimientos e instalaciones han sido repartidos “democráticamente” entre Estados Unidos (la parte más sustanciosa de la torta), Inglaterra, Francia y algunas migajas para Italia y otros “colaboradores”.

Y si alguien tiene dudas hagamos un breve resumen: Amenazas en todos los tonos, desde el Presidente Obama como a través de la vocera Hilaria Clinton; tropas armadas y preparadas en Turquía, Israel e Inglaterra han invadido furtivamente a través de las frontera, algunas ciudades como Homs, Alepo y otras, donde se han hecho llamar “Ejército Libre de Siria” y han atacado sin miramientos a la población civil y destruido parte de la infraestructura de dichas ciudades; creación por parte del Imperio de un “Grupo de Amigos de Siria” integrado por más de 20 países de Europa y otras regiones como apoyo internacional a los planes del Imperio; tergiversación del informe de la Liga Árabe cuyos representantes estuvieron de observación en Siria por un mes y alegaron que se trata de grupos bien armados de ciudadanos de otras naciones; y ante la obligada respuesta del gobierno de Siria para defender su nación, el contra-mensaje de Estados Unidos “tenemos que salvar a los civiles sirios atacados por el gobierno” alegando lo mismo que en el caso de Libia: “Miles de víctimas civiles por los bombardeos del gobierno sirio a los cuales tenemos que defender”.

Así que, Siria un país pacífico donde se acaba de realizar un masivo referéndum para organizar y realizar reformas a la Constitución del Estado Sirio y ampliar la base del gobierno y abrir cauces a la democracia, es víctima del Imperio y sus secuaces del ataque armado por parte de la OTAN, aún cuando Rusia y China vetaron el pronunciamiento inicial propiciado por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad.

Volviendo a lo de la carambola: una vez depuesto el actual gobierno Sirio (vecino y aliado de Irán) y atacado el país, para desatar seguramente una guerra civil e instaurar un gobierno pro-norteamericano, queda libre el camino para atacar a Irán. Y he aquí en qué consiste el gran peligro de la carambola: la posibilidad de que estalle una guerra nuclear que puede acabar con gran parte, si no toda, la humanidad. Ni más ni menos. Es algo en qué mediar. ¿Cierto?