(Nota sobre la sección de comentarios al final del artículo)
Hace dos años escribí esto que van a leer, con un título distinto. Espero que el Papa no me condene al infierno. Sospecho que debe haber un poco de calor allá abajo.
1-. LA CREACIÓN INCREÍBLE
En el Capítulo 1 de Génesis, dice La Biblia:
–En el principio Dios creó los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía. Había tinieblas sobre la faz del océano, y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Entonces dijo Dios: «Sea la luz», y fue la luz. Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Y así fue la tarde y la mañana del primer día. (Nota: por tres siglos y medio, la Iglesia aceptó lo que dijo el arzobispo irlandés James Ussher, a principios del Siglo XVII, que Dios creó el universo el 23 de octubre del año 4,004 antes de Jesucristo, o sea hace 6,016 años, por lo que uno debe inferir que los dinosaurios tienen que haber sido creados por otro Dios que ya vivía hace unos 140 millones de años antes que este nuevo Dios de La Biblia; tal vez aquél era el Dios-Anciano y éste es el Dios-Bebé)
Veamos si los astrofísicos están de acuerdo con La Biblia o si analizan el origen del universo con seriedad:
2-. LA CREÍBLE CREACIÓN
Esta es una simple versión científica sobre el origen del universo:
Todas las galaxias, con sus cientos de miles de millones de estrellas cada una, están en constante movimiento, alejándose unas de otras, lo que sugiere que el universo tuvo un origen en tiempo y lugar. Se plantea que el Big Bang, o Gran Estallido –estudio sobre la creación del universo en el que hoy coinciden casi todos los astrofísicos del mundo–, fue la desintegración, por razones desconocidas, de una partícula original a la que se le llamó élam, que pudo haber sido una octillonava parte más pequeña que el átomo que surgió después. Se cree que los primeros átomos, de hidrógeno y helio, fueron formados unos 377,000 años después del Big Bang.
Unas fracciones de segundo después del Big Bang se creó un caldo energético de millones de grados centígrados en el que estaba concentrada toda la energía –y su cristalización, la materia–, que ha existido en el universo.
Al expandirse ese caldo o campo energético, increíblemente denso y compacto, a través del espacio recién creado, se formó el universo original que se ha ido expandiendo por un tiempo que se calcula en unos trece mil setecientos millones de años (13,700.000,000)
El universo, pues, se creó a sí mismo por un procedimiento estrictamente mecánico, sin la intervención de ningún plan, inteligencia, voluntad o “Creador”. Lo rige el azar, aunque está dominado por una maravillosa armonía regida por las leyes de la Física y compuesta por las cuatro grandes fuerzas de la Naturaleza:
A-. Gravedad: una fuerza débil a nivel de átomos, pero muy poderosa en objetos de tamaño considerable, como planetas, estrellas y galaxias.
B-. Electromagnetismo: fuerza clave que atrae protones y electrones, permitiendo que se formen los átomos y las moléculas. Una prueba de su poder es la luz. Los protones, neutrones, mesones y gluones forman el núcleo del átomo y a su alrededor hay 92 bandas de electrones que lo circunvalan a una velocidad superior a la de la luz.
C-. Fuerza Atómica Fuerte (FAF): la que mantiene unida a los protones y neutrones en el núcleo del átomo.
D-. Fuerza Atómica Débil (FAD): la que determina el decaimiento de los elementos radioactivos en el núcleo del átomo y, por consiguiente, la eficiente actividad termonuclear de las estrellas.
Se cree que en el primer milisegundo del Big Bang estas cuatro grandes fuerzas formaban una sola.
3-. ¿CUÁL LUZ?
Prosigue La Biblia en Génesis:
–E hizo Dios las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para dominar en el día, y la lumbrera menor para dominar en la noche. Hizo también las estrellas. Dios las puso en la bóveda del cielo para alumbrar sobre la tierra, para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que esto era bueno. Y fue la tarde y fue la mañana del cuarto día (Nota: parece que al inicio Dios hizo las tardes antes de las mañanas y después lo cambió cuando Eva empezó a protestar porque no le gustaba desayunar después del almuerzo)
Veamos lo que dice la ciencia:
No hubo ningún tipo de luz hasta unos 400,000 años después del Big Bang y los primeros quasares y galaxias se formaron 600,000 años después. Un Quasar o Cuásar es una inmensa fuente de energía electromagnética que incluye radiofrecuencias y luz visible y se halla extremadamente lejos de nosotros: son núcleos activos de galaxias recién formadas.
4-. LAS ADMIRABLES COINCIDENCIAS
Elementos vitales para la vida, como carbón, oxígeno, hierro, etc. no existirían si no fuese por el adecuado acoplamiento de las cuatro grandes fuerzas físicas del universo.
Si la fuerza eletromagnética fuese más débil, los electrones no se podrían mantener circulando alrededor del núcleo del átomo y, en consecuencia, no existiría el átomo que conocemos y que es la base de todo, o sea no existiría la Física tal y como la concebimos.
Si la fuerza electromagnética fuese más fuerte, los electrones serían atrapados en el núcleo del átomo y no habría reacciones químicas, o sea no existirían las formas de vida de este planeta.
La Naturaleza depende del exacto entonamiento y desarrollo del electromagnetismo. Una pequeña diferencia en la fuerza electromagnética, afectaría al sol y, por ello, la luz y el calor que llega a nuestro planeta, imposibilitando el proceso de la fotosíntesis en las plantas. El agua no tendría las propiedades que tiene. La precisión de la fuerza electromagnética determina que haya o no vida.
El electromagnetismo representa una fuerza de 100 decillones –un 1 seguido de 40 ceros—superior a la gravedad. Si esta proporción de tamaño fuese sólo de un 0 más o un 0 menos, la vida no existiría.
Debido a la unión que la fuerza atómica fuerte hace de los protones y neutrones en el núcleo del átomo, varios elementos se pueden formar: ligeros como el helio y el oxígeno, o pesados como el oro y el plomo. Si esta unión de protones y neutrones fuese un 2% más débil, sólo existiría el hidrógeno. Si esa fuerza tuviese un poder ligeramente mayor, solo existirían los elementos más pesados, pero no el hidrógeno, o sea no habría agua ni comida: el sol no tendría energía para radiar vida a nuestro planeta.
Nuestra vida depende, pues, de una gran combinación de coincidencias. La FAD es millones de veces más débil que la FAF, lo suficiente para que el hidrógeno del sol se queme a un ritmo despacio y seguro. El ritmo preciso de quemazón del hidrógeno en el sol mantiene a nuestro planeta caliente, pero no ardiente, y nos mantiene vivos.
La FAD juega un papel en las explosiones de las supernovas que es el mecanismo que produce y distribuye la mayor parte de los elementos químicos que componen el universo y la vida en este planeta.
5-. EN EL LUGAR EXACTO
Para que exista la vida en este planeta, tal y como es, tienen que concurrir una serie de hechos que de no ser así, la vida no existiría o sería muy diferente. Veamos.
A-. Tamaño: nuestro planeta tiene el tamaño adecuado. Si fuese un poco mayor, su gravedad sería más fuerte y el hidrógeno, un gas ligero, se concentraría y no podría escapar la gravedad del planeta. De tal forma, la atmósfera no sería apropiada para esta forma de vida. Si este planeta fuese un poco más pequeño, el oxígeno, tan vital, se escaparía al espacio cósmico y el agua se evaporaría, o sea no podríamos vivir.
B-. Distancia: la distancia que tiene nuestro planeta del sol es perfecta (para que nos demos cuenta de nuestra absoluta insignificancia ante el universo debemos repetir, una vez más, que el sol es una de las 100,000.000,000 a 400,000.000,000 de estrellas que hay en la Vía Láctea y esta galaxia es sólo una de las al menos 100,000.000,000 de galaxias que forman el universo observable. (El Telescopio Hubble calculó hace pocos años, que la Galaxia Sombrero, descubierta a fines del Siglo XIX, puede tener hasta 800,000.000,000 de estrellas, tal vez mayores que nuestro sol)
Si la distancia entre nuestro planeta y el sol variase aunque sólo fuese en forma mínima, la vida no existiría. Si nuestro planeta estuviese a sólo un 5% más cerca del sol, un incontrolable efecto invernadero hubiese ocurrido hace 4,000 millones de años, o sea unos 500 millones de años después de la formación del planeta y unos 1,500 millones de años antes de la aparición de la primera hebra de ADN (el 5% de 92.9 millones de millas –mean distance o distancia media entre la Tierra y el sol– es 4.6 millones de millas, es decir, si nuestro planeta estuviese a 87.5 millones de millas del sol, la vida no existiria). Si, por el contrario, el planeta estuviese a tan sólo un 1% más lejos del sol, o sea a 93.8 millones de millas, una incontrolable glaciación, o sea enormes placas de hielo cubriendo casi todo el planeta, hubiese ocurrido hace unos 2,000 millones de años. La vida que entonces existía y se hallaba en el mar, hubiese desaparecido por congelación.
C-. Rotación: la Tierra rota alrededor de su eje una vez al día y ésta es la velocidad perfecta para producir temperaturas adecuadas.
D-. Traslación: Su órbita alrededor del sol es casi circular, no elíptica. Esto evita extremos de temperatura.
E-. Posición del sol en la Vía Láctea: si nuestro sistema solar estuviese más cerca del centro de la Vía Láctea, el efecto gravitacional de las estrellas vecinas alteraría la órbita de nuestro planeta. Por el contrario, si estuviésemos situados en el mismo borde de nuestra galaxia, no veríamos las estrellas y no existirían los elementos químicos suficientes para formar un sistema solar como el nuestro. Los elementos revelan un gran orden y una excelente armonía.
6-. EL MILAGRO FÍSICO DE LA VIDA
Sigue diciendo La Biblia:
–Y dijo Dios: “Produzcan las aguas innumerables seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra, en la bóveda del cielo.» Y creó Dios los grandes animales acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que esto era bueno, y los bendijo Dios diciendo: «Sed fecundos y multiplicaos. Llenad las aguas de los mares; y multiplíquense las aves en la tierra». Y fue la tarde y fue la mañana del quinto día.
Veamos la versión científica:
Nuestro planeta abunda en las formas más diversas de vida: 20,000 especies de peces, unos del tamaño de un grano de arroz; otros, de una casa. 300,000 especies de plantas; 9,000 especies de pájaros; 1.000,000 de especies de insectos. Toda la vida orgánica, o sea todos los organismos vivos, dependen de una grandiosa interacción de los ácidos nucleicos y las moléculas de proteínas. Este intrincado proceso tiene lugar, virtualmente, en todas las células de nuestro cuerpo (cientos de miles de millones), así como, también, en las células de los leones, las ballenas, los zunzunes y las pulgas. Esta interacción uniforme produce un hermoso mosacio de vida.
La vida surgió de la ausencia de vida, de la materia inanimada, un paso químico después del otro, sólo por el azar. En el transcurso de cientos de millones de años, moléculas que chocaban produjeron la vida. En ese tiempo, la atmósfera de este planeta era muy distinta a la actual. No existía el oxígeno puro. La interacción continua de nitrógeno, hidrógeno y carbón creó la amonia, el metano y el carboxyl. Los relámpagos y la luz ultravioleta golpearon una atmósfera de estos gases y de este vapor de agua se desarrollaron los azúcares y los aminoácidos. Estas moléculas complejas se fueron haciendo aun más complejas en el proceso de millones de años. Esto sucedió en los mares de poco fondo, hacia las orillas, o en las lagunas asoleadas. Los azúcares, los ácidos y otros compuestos concentrados se integraron en una sopa prebiótica en la que se unieron los aminoácidos para formar proteínas. Otros compuestos químicos, llamados nucleotidos, formaron cadenas y se convirtieron en ácidos nucleicos, como el adn –ácido deoxyrribonucleico–. Todo esto presentó el escenario para el acto final del drama molecular.
En su origen, la vida fue la unión de moléculas de aminoácidos y moléculas de proteínas que crearon la primera hebra de adn y ésta originó la primera célula animal, la amiba unicelular, que por los procesos de meiosis y mitosis se multiplicó a sí misma y creó, eventualmente, formas superiores de vida.
Los seres humanos estamos formados, primordialmente, por moléculas de proteínas. Algunas de éstas están formadas de cintas de aminoácidos que están dobladas y torcidas en diversas formas. Algunas se doblan como si fuesen bolas, mientras otras tienen forma de acordeón. Algunas proteínas trabajan con moléculas planas para formar membranas celulares. Otras ayudan a llevar el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. Algunas proteínas actúan como enzimas –catalizadoras—para digerir la comida mediante la división de las proteínas de la comida y su conversión en aminoácidos. Estas son sólo unas cuantas de las miles de funciones que realizan las proteínas.
Éste es un tema que no puede ser tratado en un simple artículo, pues requeriría de volúmenes más espesos que los de Espasa. Volveré sobre el tema con muchos otros datos ☼
Nota sobre la sección de comentarios:
Les he pedido a los camaradas de Kaos que cierren la sección de comentarios por dos semanas. Esa sección es para comentar los artículos, a favor o en contra, no para convertirla en un blog personal que divulgue, en decenas y decenas de comentarios, cuestiones que nada tienen que ver con el artículo, como ha sucedido en las últimas semanas.
El artículo de la semana pasada estaba dedicado a conmemorar el 44 aniversario de la Masacre de My Lai y trataba, además, sobre la Masacre de Kandahar, perpetrada por 15 ó 20 soldados yankis, con el apoyo de dos helicópteros, hace menos de dos semanas. Vimos, entonces, que cierta peersonas inescrupulosas dedicaron numerosos comentarios a hablar de temas que no aludían para nada a ambas matanzas, lo cual fue una burla a la memoria de los cientos de niños, mujeres y ancianos que fueron asesinados, a sangre fria, en ambos lugares. Eso es, absolutamente, intolerable.
Nunca me he opuesto a las críticas, por muy severas y hasta calumniosas que hayan sido. En los más de 200 artículos que he escrito para Kaos se pueden ver miles de comentarios, muchos de ellos en extremo ofensivos hacia mi escrito y, sobre todo, hacia mí. Jamás les pedí a los camaradas de Kaos que borraran ni uno solo; pero esto que está sucediendo en las últimas semanas, que la canalla ultraimperialista se apropia de la sección para divulgar temas ajenos al artículo e ideas que no las expresarían ni los más arrastrados lacayos de Miami, es inaceptable.
Les recomiendo a quienes hacen eso que formen su sitio-web personal –que pudiera llamarse, por ejemplo, «El que más dice»– o «Yo soy el que se las sabe todas» o «Acabo de llegar de casa del carajo» o algo así. En ellos pueden escribir hasta que se les gasten las yemas de los dedos. Cuando lo hagan me avisan, que les voy a poner links en mis artículos para que los lean.
Un abrazo a los queridos camaradas Lía, Maité, Alicia, Mirta Li, Conrado, Héctor, Roberock, R.P., Erazmo, Andalú, Mario, José y otros, a los que voy a extrañar en estas dos semanas)