“Hoy los dirigentes rusos tratan de reconstruir aquel poderoso Estado que tanto esfuerzo y sacrificio costó crear”, dijo Castro en una de sus reflexiones intitulada “La necesidad de enriquecer nuestros conocimientos”, publicada la víspera.
En la citada reflexión, el líder de la Revolución Cubana, tras la “matanza en Libia”, habla de la total ausencia de “humanismo y las groseras mentiras que sirvieron de pretexto para invadir y apoderarse de los recursos naturales” del país árabe.
“Un proceso electoral fraudulento garantizó el despojo de la presidencia del país más poderoso a favor de George W. Bush, un alcohólico sin tratamiento médico ni los más elementales principios éticos, quien ordenó a los graduados de West Point estar listos para atacar sorpresivamente y sin previo aviso a 60 o más oscuros rincones del mundo”, dice el texto del artículo.
Castro expresa su asombro: “Semejante enajenado, a través de una maletica, podía decidir el uso de miles de armas nucleares; con un porcentaje mínimo de las mismas podía poner fin a la vida humana en el planeta”.
Continuando con su reflexión, y haciendo una referencia al primer presidente de Rusia, Castro lo comparó con Bush y escribió:
“Es triste recordar que en el lado opuesto de la superpotencia yanqui, otro enajenado, con tres botellas de Vodka en el estómago, proclamó la desintegración de la URSS, y el desmantelamiento de más de 400 emplazamientos nucleares a cuyo alcance estaban todas las bases militares que amenazaban a ese país.”
http://sp.rian.ru/international/20120330/153267914.html