Temen que Rusia vete la Resolución
Desaparecen del texto el llamamiento al presidente sirio, Bashar al Assad, para que traspase el poder a su vicepresidente para formar un «gobierno de unidad nacional», según una copia del nuevo texto que Marruecos ha enviado al resto de miembros del Consejo y que se estudiará este jueves en una nueva reunión a puerta cerrada.
La reunión del Consejo se pospuso hasta las 20.00 GMT para dar más tiempo a sus quince miembros para recibir instrucciones de sus capitales, en especial en el caso de Rusia, cuyo Gobierno es el más reticente a aprobar esta resolución.
Las modificaciones al texto también afectan a los párrafos en los que se animaba a los Estados miembros a adoptar «las mismas medidas» impuestas por la Liga Árabe sobre las sanciones y el «traspaso de armas a Siria, que alimenta la violencia», algo a lo que se oponía Rusia, principal proveedor de armamento al régimen sirio.
También se mantiene la condena a «las continuadas y extendidas graves violaciones de derechos humanos y las libertades fundamentales por parte de las autoridades sirias», y pide el cese inmediato de la violencia, la liberación de prisioneros, la retirada de las fuerzas de seguridad de la calle y el acceso de prensa extranjera, entre otros asuntos.
Los esfuerzos de los países árabes, europeos y de Estados Unidos se centran ahora en lograr que Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, con poder de veto y aliado tradicional de Damasco, no vete la resolución sobre Siria.
Rusia ya vetó, junto a China, una resolución presentada el pasado octubre por los países europeos y se ha opuesto abiertamente al texto presentado por Marruecos la semana pasada, elaborado por los países árabes y europeos más Estados Unidos, que sí cuenta con la mayoría de apoyos suficientes para ser aprobado si ningún miembro ejerce el derecho a veto.