
Los principales noticieros televisivos de Libia y el periódico The Tripoli Post reportaron que exinsurgentes de la región de Zintan arrestaron a Khamis el viernes en la noche cerca de los poblados de Regdaleen y Jmail, en inmediaciones de la ciudad noroeste de Zuwara.
De acuerdo con las fuentes, que citan a Abdelaziz Bakka, director administrativo del batallón de Jebel Nefussa (Montañas de Nefusa), el hijo de Muamar El Gadafi tiene una pierna amputada y se dirigía a la frontera con Túnez en compañía de su médico, también capturado.
El Consejo Nacional de Transición (CNT), que lideró el alzamiento contra El Gadafi, informó que el joven militar había muerto en combate el 29 de agosto de 2011 en Tarhuna, unos 80 kilómetros al sureste de Trípoli, pero nunca se exhibió su cuerpo.
El Gadafi y su hijo Muatassim fueron capturados vivos y asesinados a mansalva el 20 de octubre de 2011, tras lo cual sus cadáveres fueron expuestos en un frigorífico de Misratah para que sus opositores se mofaran y sacaran fotos, lo cual desató repulsa fuera del país.
Un batallón militar a las órdenes del CNT se movilizó desde anoche hacia la frontera de Ras Jedir para cercar la zona donde fue hallado Khamis y, eventualmente, capturar a otros simpatizantes y exfuncionarios de su progenitor que se presume buscarían huir a Túnez.
Numerosos soldados rodearon el área de la frontera libio-tunecina, pues, según Bakka, prisioneros en Zuwara confesaron detalles de la ubicación de algunos miembros del derrocado gobierno.
Las mismas milicias de Zintan detuvieron en noviembre del año pasado a Saif Al-Islam El Gadafi en el desierto de Sahara cuando pretendía abandonar el país en dirección a Níger o Chad, y desde entonces lo tienen preso en aquella localidad, a la espera de juicio.
Saif permanece en un limbo legal en medio de presiones de la Corte Penal Internacional (CPI), de un lado, y de las autoridades del CNT, del otro, para juzgarlo por supuestos crímenes de lesa humanidad junto al exjefe de inteligencia de su padre, Abdulah Senoussi.
Aisha El Gadafi, hija del asesinado líder y radicada junto a su madre y otro hermano en Argelia, gestiona una copia del certificado de defunción de su padre para probar ante la CPI que el CNT es incapaz de realizar un juicio justo e imparcial a Saif.