Autor: Javier Alexander Roa
El sábado 04 de febrero, luego de varios días de sesiones entre los quince países miembros permanentes y no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Portugal, Colombia, Togo, Guatemala, India, Alemania, Estados Unidos, Rusia, Sudáfrica, Pakistán, Sudáfrica, China, Inglaterra, Francia y Pakistán, sometieron a votación una resolución para condenar los hechos y la crisis de la República Árabe Siria.
A pesar que trece países votaron a favor, la resolución conocida como “Resolución Siria” quedó vetada al ejercer ese derecho Rusia y China, miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
La “Resolución Siria” presentada por Marruecos al Consejo de Seguridad, acogía la propuesta realizada por Catar y presentada al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que entre otras cosas proponía la renuncia «de facto» del presidente Bashar Al Asad, «delegar prerrogativas a su vicepresidente para tratar con un gobierno de unión nacional» que debería estar formado «en dos meses» como preludio de elecciones parlamentarias y presidenciales anticipadas.
Anterior a esta propuesta, ya Catar, a través del jeque Hamad Bin Jalifa al Thani, había propuesto a la Liga Árabe enviar tropas de países árabes a Siria con el fin de detener las manifestaciones en ese país.
Es importante señalar, que antes de llegar a la discusión del borrador de la “Resolución Siria” por parte del Consejo de seguridad de la ONU, el gobierno de la República Árabe Siria, había aceptado en el mes de diciembre de 2011, firmando un protocolo, el Plan de la Liga Árabe de recibir un número considerable de observadores con el fin de realizar un informe que a posteriori estudiarían, para trazar una hoja de ruta y de esta manera contribuir a resolver la crisis Siria. En dicho protocolo solicitaban al Presidente Bashar Al Asad: el cese de la violencia, la protección de los civiles y la retirada de elementos armados de las poblaciones.
Durante la estancia de los observadores, las autoridades sirias ejercieron un adecuado nivel de cooperación y facilidades posibles, que permitieron el trabajo de la misión en todas las regiones de Siria. Asimismo, cumplieron con los puntos del protocolo firmado, como era, entre otros: la liberación de los detenidos, retiro de las fuerzas militares de algunas zonas en conflicto, la entrada de un número de periodistas de los medios de comunicación internacional y toda la logística electrónica, hospedaje, transporte y alimentación.
Cumplido el tiempo estipulado, los observadores de la Liga Árabe realizaron su informe final, que presentaron al Consejo de Ministros de la Liga Árabe en el mes de enero de 2012. Dicho informe afirmaba el cumplimiento total del protocolo firmado por el gobierno y esgrimía que las causas y los causantes del conflicto en Siria se debían a factores armados de la oposición Siria y así lo reveló el jefe de la misión de observadores de la Liga Árabe, Mohamed Mustafá Al – Dabi en rueda de prensa desde Jartum – Sudán el día tres de febrero del presente año.
“Al – Dabi dijo que las fuerzas policiales y el ejército de Siria reaccionan ante la violencia de los opositores armados. Añadió que se celebran manifestaciones de forma pacífica en los barrios de las ciudades y que el Estado sirio no presiona a los manifestantes. El observador sudanés enfatizó que los opositores utilizaron a algunos miembros de su delegación como escudo para atacar a las fuerzas del gobierno sirio. Comentando sobre la ciudad Suwayda, dijo que todas las manifestaciones en esta localidad se celebran a favor del gobierno del presidente Bashar Al-Asad. En el caso particular de los conflictos de la ciudad de Homs, sostuvo que en esa localidad la violencia continúa. En Homs, hasta los opositores atacan a los observadores. No se ven manifestaciones fuera de los barrios y continúan las protestas. Al responder una pregunta sobre un miembro de la misión, Anwar Malek, que supuestamente abandonó la delegación en protesta a la situación del país, manifestó que esta persona solo pasó un día con él en Siria, pero que algunos medios de comunicación abusaron de “ese único día” mostrándolo durante todo el tiempo de la misión a su lado.”
Sin embargo, el Consejo de Ministros de la Liga Árabe no aceptó el informe presentado por los observadores enviados por ellos mismos a Siria. Sino que se limitaron a presentar el plan B, obviando la verdad recogido en el informe de los observadores, que consistía en obligar al Presidente Bashar Al – Asad a Dimitir, delegar sus funciones al Vicepresidente, crear una comisión para transmitirle el gobierno a una coalición de oposición Siria ya formada en Estambul – Turquía, quienes, finalmente crearían una Constitución con apoyo de EEUU, Francia, Turquía y las monarquías del golfo pérsico.
El rechazo por parte de las autoridades del gobierno sirio de este maquiavélico plan y con ayuda de los medios de comunicación, hizo que el problema sirio se internacionalizara y llegara hasta el Consejo de Seguridad de la ONU, objetivo de los países del Consejo del Golfo, de EEUU, Francia Turquía, principalmente.
Así nace esta resolución INJUSTA contra Siria.
A pesar del doble rasero de los países de la Liga Árabe, la Unión Europea y Estados Unidos, la “Resolución Siria” se presentó y se debatió, con el resultado justo del veto por parte de Rusia y China.
¿Porqué Rusia y China ejercieron el veto?
En meses pasados Rusia había propuesto una resolución del cual pocos medios de comunicación han hablado y que de alguna manera se quiso insertar en la “Resolución Siria” discutida y votada en el Consejo de Seguridad el pasado 4 de febrero. Entre otras cosas, Rusia proponía eliminar el párrafo de dimisión y trasferencia de poderes del Presidente Bashar Al- Asad al Vicepresidente. De igual manera pedía que se incluyera un párrafo que condenara la violencia de la oposición Siria. “Se ignoraron (dijo el Ministerio de Exteriores Ruso) también nuestras propuestas de añadir al texto un llamado a los grupos armados para que dejen de atacar las instituciones públicas sirias y a la población civil, incluyendo a periodistas extranjeros.”
«Hemos dicho reiteradamente que no estamos protegiendo a Al Assad, sino al Derecho Internacional por la prerrogativa del Consejo de Seguridad de la ONU de no interferir en los asuntos internos de un país».
Por su parte China argumentó que dicha resolución socavaba la soberanía de Siria y que la crisis debía ser resuelta por los sirios.
Tanto Rusia como China, obraron con objetividad y raciocinio al condenar la resolución. Ya ambos países tienen el suficiente expediente de violaciones del Consejo de Seguridad de las resoluciones, más recientemente, la resolución contra Libia, que especificaba la imposición de una zona de exclusión aérea y «todas las medidas necesarias para proteger a los civiles». Sin embargo, la resolución dio las facilidades para que países como Catar, Francia e Inglaterra armara a la oposición, bombardeara con aviones de la OTAN a pueblos civiles, infiltrara mercenarios y militares, asesinara al Presidente Muammar Gadafi.
Rusia y China, no quieren seguir siendo cómplices de las violaciones de la Carta de las Naciones Unidas, ni del derecho internacional por parte de los miembros de la Organización del Atlántico Norte, más conocido como la OTÁN o NATO, que solo favorece a las políticas guerreristas de países de la Unión Europea, Reino Unido y el expansionismo de Estados Unidos, en favor, muchas veces, de mantener el poderío bélico de Israel en la región de Medio Oriente.
Reacción internacional por veto de Rusia y China a la resolución Siria
Como era de esperarse, los mercaderes de la guerra, como una jauría de hienas hambrientas y frustradas al no darle cacería a la presa, se abalanzaron a los medios de comunicación internacional para rechazar el veto ejercido por Rusia y China a la “Resolución Siria”.
Antes de someterse a votación la “Resolución Siria”, la oposición armada de Siria mandaron un mensaje: “Si los rusos siguen protegiendo al régimen, los intereses de Rusia en territorio sirio se convertirán en objetivo para las operaciones del Ejército Libre», señaló Malik Kurdi, número dos del ELS.
Estados Unidos, a través de su Secretaria, Hillary Clinton, calificó de “farsa” el veto ejercido por Rusia y China y amenazó redoblar esfuerzos fuera de las Naciones Unidas junto con los aliados y socios que apoyan el derecho del pueblo sirio a tener un futuro mejor. “Trabajaremos para buscar sanciones regionales y nacionales contra Siria y fortalecer las que ya tenemos. Se aplicarán con gran rigor para secar las fuentes de financiación y las entregas de armas que mantienen la máquina de guerra del régimen”.
Francia, según su Presidente, Nicolás Sarkosy, presentará “en los próximos días”, iniciativas sobre la creación de un “grupo de apoyo al pueblo sirio”. Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Alain Juppé, dijo que Francia va a “ayudar a la oposición a organizarse” y que París favorecerá un “endurecimiento” de las sanciones contra el régimen de Bashar Al Asad, con el objetivo de que “la presión internacional aumente” contra Damasco.
En la Conferencia de seguridad celebrada en Munich – Alemania, en su última jornada celebrada el día domingo 05 de febrero, el tema se enfocó en la crítica a la actitud del veto ejercido por Rusia y China.
El primer Ministro de Túnez, Hamadi Jebali, anunció la expulsión de los diplomáticos de su país y pidió “expulsar a los embajadores sirios de los países árabes.”
El Premio Nóbel de la Paz 2011, Tawakkul Karman, hizo un llamado a los países árabes a dejar de reconocer al gobierno de Siria. Criticó el veto de Rusia y China diciendo que “fue un derecho del que se hizo mal uso y que la comunidad internacional tendrá que reconsiderar su forma de tomar decisiones”.
El ministro de exteriores de Catar, Jalid al Attiyah, lamentó la incapacidad del Consejo de seguridad para aprobar la “Resolución Siria”, que le dará a Asad una “licencia para matar”.
Turquía, a través de su Ministro de Exteriores, Ahmet Davutoglu, criticó los fallidos intentos de las potencias regionales, la Liga Árabe, la ONU, al fracasar la aprobación de la resolución para condenar la crisis Siria.
El Gobierno británico considera la actitud de China y Rusia como «incomprensible e inexcusable» y David Cameron ha responsabilizado a los países del veto de lo que ocurra en Siria.
El director de derechos humanos Human Rights Watch, Kenneth Roth, calificó de “vergonzoso” el veto de Rusia y China y sostuvo que el Consejo de seguridad ha perdido con ello su propia relevancia.
Alemania, por medio de su Ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, se pronunció a favor de la creación de un grupo de contacto internacional para solucionar la crisis siria, en que Turquía y la Liga Árabe deben desempeñar un papel fundamental.
El gobierno de El salvador condenó los abusos cometidos contra los derechos humanos del pueblo sirio y exhortó al presidente Bashar Al Asad a garantizar la vida de los civiles.
El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, consideró “muy positivo” el veto que ejercieron este sábado Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Los presidentes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) aprobaron una declaración de condena a lo que consideran «política sistemática de injerencia» en Siria y de apoyo a las iniciativas del Gobierno de Bashar Al Asad para superar la crisis.
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, aseguró este domingo que su organismo continuará su mediación para lograr el cese de la violencia en Siria y la protección de los ciudadanos.
La vocera de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, también se sumó este a la condena del veto de Rusia y China. «Lamentamos profundamente que, debido al nuevo veto de Rusia y China, el Consejo de Seguridad no pudiera apoyar el llamamiento de la Liga Árabe en favor de un proceso político inclusivo, dirigido por Siria, llevado a cabo en un entorno de no violencia».
Irán, que mantiene una fuerte alianza con el gobierno sirio, ha reiterado su oposición a cualquier intervención en los «asuntos internos» de Siria. «Los países occidentales proponían derrocar al presidente sirio, Bachar al Asad, y entregar el poder al Vicepresidente, pero nada en la legislación internacional incluye la autorización para interferir en los asuntos internos del otro país». “El Consejo de Seguridad de la ONU se hizo instrumento del Occidente para la disuasión, presenta acusaciones contra otros países, y esta vez Rusia y China abogaron en contra”, ha declarado su Ministro de Exteriores, Ali Ajbar Salehi.
Estas declaraciones enloqueció a los opositores del gobierno del Presidente Bashar Al asad en el extranjero, llegando a atacar a los Embajadores y Embajadas en Kuwait, Australia, Estados Unidos, Turquía, Alemania, Francia y Egipto.
Reacción de Rusia y China a las críticas del veto de “Resolución Siria”
El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirma que «algunas de las voces que se oyen en Occidente para evaluar el resultado de la votación en el Consejo de Seguridad de la ONU (…) suenan, diría yo, indecentes, al borde de la histeria»
China también ha rechazado las acusaciones de EE.UU: “La postura de China sobre Siria durante la votación en el Consejo de Seguridad viene dictada por la intención de evitar muertes de civiles, estabilizar la situación en el país y garantizar los intereses de la paz y la estabilidad en la región”. «No protegemos a nadie. Defendemos la justicia en la cuestión Siria», ha declarado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. China «no acepta las acusaciones» sobre el veto conjunto chino-ruso. China ha reiterado también su petición para que las partes detengan la violencia.
Ojo con el “Plan B” de los países Occidentales y Árabes
Tras el fracaso de la resolución votado en el Consejo de Seguridad de la ONU y la frustración de los países guerreristas de Estados Unidos, la Unión Europea, el Consejo del Golfo, Israel y Turquía, de invadir a Siria a través de la aprobación de una herramienta ajustada a la “legalidad” internacional, han perdido la cordura hasta el límite de revelar el “PLAN B” y las intenciones urgentes de derrocar al presidente sirio Bashar Al Asad y posesionarse de ese país para imponer un gobierno que se ajuste a los dictámenes de occidente, que esté alejado de toda relación con el gobierno de la República Islámica de Irán y del Partido Político de Resistencia del Líbano Hezbollah o partido de Dios, que deje instalar bases militares y que no sea un obstáculo en el expansionismo de Israel.
A parte de debilitar a la República Islámica de Irán y de atacarlo después, estos países guerristas buscan eliminar cualquier resistencia antiimperialista y transformar a Israel en la potencia militar de Medio Oriente a pesar de las ambiciones de Turquía, Arabia Saudita y Catar.
Los países guerristas como lo hiciera en otrora Estados Unidos en 2003, cuando unilateralmente invadió a Iraq, violando todas las leyes internacionales, hoy se plantean el mismo escenario y el mismo plan, esta vez un pul de países, desconociendo (una vez más) a la Carta de Naciones Unidas.
El “Plan B”, por soberbia y por frustración fue develado el pasado domingo 05 de febrero por Hillary Clinton, La Liga Árabe y el Presidente de Francia, Nicolás Sarkosy, al decir que TRABAJARAN JUNTOS FUERA DE LAS NACIONES UNIDAS, es decir fuera del marco del derecho internacional, para ofrecerle un futuro mejor al pueblo sirio. Aquí viene la pregunta: ¿Quién ha ido a preguntarle al pueblo sirio lo que quiere?
Todos han visto, por los pocos medios de comunicación, las multitudinarias marchas y concentraciones en casi toda la República Árabe Siria a favor del Presidente Bashar Al Asad. Las ciudades principales como Alepo y Damasco, con casi 8 de los 19 millones de habitantes que tiene Siria, favorecen al gobierno, sin mencionar otras ciudades como Tartus, Latakia y Sweida. ¿Acaso los seguidores del Presidente Bashar Al Assad, que están por encima del 60% de la población son invisibles para los países del golfo y de occidente?
Es importante señalar que al autodenominado Consejo Nacional de la Oposición siria que se fundó y opera desde Turquía y que tiene un brazo armado de mercenarios de varias nacionalidades, delincuentes sirios y algunos desertores del ejército, no es reconocido por la Oposición Siria que hace política dentro de Siria.
Los países del golfo pérsico, Estados Unidos, Francia y Turquía, como lo ha afirmado el propio Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Alain Juppé, “ayudarán a la oposición a organizarse”, y ya han comenzado, enviado instructores de inteligencia a constituir el «Consejo militar revolucionario superior» con sede en Turquía, responsabilidad que será comandado por el general Mustafa Ahmed al-Sheih, el desertor de más alto rango huido a Turquía.
Por eso no será raro ver y leer por los medios de comunicación la detención de algunos infiltrados, como lo ha hecho este fin de semana las fuerzas de seguridad de Bashar Al Asad, al aprehender a Nasser Al Ariqi, agente de los servicios de inteligencia de Arabia Saudita, que comandaba a uno de los grupos opositores armados dentro de Siria.
Esta ayuda a la oposición siria consiste en entrenarlos y armarlos (como lo hicieron en Libia), infiltrarlos con ayuda de los expertos militares extranjeros y posesionarse de varios puntos estratégicos de siria, crear un gran caos hasta que intervenga con sus aviones algún país del golfo, para abrir la brecha y el asalto a los entes gubernamentales y el asesinato de sus dirigentes.
El “Plan B” está en marcha, los países guerreristas no descansaran hasta ver cumplido sus sueños, como es, eliminar y derrocar al Presidente Bashar Al Asad para luego seguir con el otro paso del plan y es canzar su presa mayor, que es Irán.