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Somos de la firme opinión de que (los ataques de los aviones no tripulados) son ilegales, por lo tanto, contraproducentes e inaceptables”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Abdul Basit, citado aquí por la televisora privada Geo News

La República Islámica de Pakistán advirtió este martes a Estados Unidos (EE.UU.) que las operaciones de los aviones teledirigidos contra su territorio son contrarios a los acuerdos bilaterales y, en consecuencia, contraproducentes e inaceptables.

“Somos de la firme opinión de que (los ataques de los aviones no tripulados) son ilegales, por lo tanto, contraproducentes e inaceptables“, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Abdul Basit, citado aquí por la televisora privada Geo News.

“Los raids con misiles contra el territorio pakistaní están en contradicción con la soberanía del país”, subrayó.

Las declaraciones del funcionario siguen a las del presidente estadounidense, Barack Obama, quien la víspera admitió por primera vez que los drones norteamericanos bombardean regularmente puntos de la nación surasiática.

Se trata de acciones focalizadas contra individuos incluidos en una lista de terroristas activos, explicó Obama, bajo cuya administración aumentaron significativamente las incursiones de los aviones-robot sobre Pakistán.

Estas experimentaron una pausa luego del bombardeo por parte de aeronaves de la OTAN a dos puntos de control pakistaníes en la frontera con Afganistán el pasado 26 de noviembre, un oscuro incidente que mantiene en crisis las relaciones Islamabad-Washington.

En respuesta a la incursión, Pakistán cerró los pasos a través de los cuales fluyen los suministros de las tropas de la alianza atlántica acantonadas en Afganistán y exigió a Estados Unidos abandonar la base de Shamsi, en el suroeste de la provincia de Baluchistán, desde donde operaba sus drones.

Por esos días, en medio de las crecientes desavenencias entre los dos países, altos jefes militares dijeron que el de los drones era un capítulo cerrado y que ante cualquier nuevo ataque de ese género, los aviones-robot serían derribados.

Pero el 11, el 12 y el 23 de enero -sin que la amenaza se hiciera efectiva-, nuevamente aviones no tripulados atacaron presuntos objetivos talibanes.

De hecho, las declaraciones del portavoz de la Cancillería son las segundas del mismo género en menos de 20 días, pues el 13 de enero apuntó que “estos ataques son una violación de la soberanía nacional y no pueden ser tolerados”.

El propio 23 de enero, líderes políticos y religiosos agrupados en el Consejo de Defensa de Pakistán, que agrupa a 44 formaciones político-religiosas, hicieron fuertes críticas al gobierno porque sus discursos van por una parte y sus acciones por la otra.

Uno de los participantes, el general (r) Hamid Gul reprochó a las autoridades seguir permitiendo el accionar de los drones pese a prohibirlos luego de la agresión del 26 de noviembre.

“Nuestros gobernantes deben terminar la esclavitud hacia Estados Unidos. Hasta que no se arrepienten del grave error cometido hace 10 años de permitir que nuestro territorio se utilice contra los musulmanes en Afganistán, no seremos capaces de superar la actual crisis”, dijo otro de los oradores, Hafiz Saeed.