
«El presidente fue internado por un cuadro de fatiga. No corre peligro, sólo estará en observación», indicó la oficina de prensa del hospital Sirio Libanés, donde el carismático político realiza sesiones de radioterapia que apuntan a erradicar por completo un tumor en la laringe detectado en octubre.
Reportes de prensa informaron además que el ex mandatario, que entró a la clínica caminando sin asistencia, presentaba un cuadro de «deshidratación».
Los médicos, que descartaron cualquier infección, lo dejarán internado hasta el lunes, cuando deberá continuar con el tratamiento.
El ex tornero mecánico y sindicalista de 66 años fue el primer presidente de izquierda en la historia de Brasil, que dirigió entre enero de 2003 y diciembre de 2010 y salió con un récord de 80% de popularidad tras dos mandatos consecutivos de gobierno.