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En la historia del mundo podemos observar que el dominio del hombre por el hombre ha sido una práctica constante de los pueblos que lo conforman.

Al final de con la Revolución industrial EEUU disponía por primera vez de capital y tenía una necesidad creciente de mercados extranjeros, por lo que no dudó el imperio en conseguir ese mercado necesario para sus intereses en nuestra América Latina, inicialmente estimulando a Santo Domingo, Nicaragua, Haití y El Salvador a pagar sus deudas a países extranjeros por medio de empréstitos estadounidenses, y luego estableció en esos países interventores para asegurar el cobro de estos empréstitos. Para proteger a los extranjeros, mantener el orden y defender a sus inversionistas, estableció gobiernos militares en Cuba, Haití, Santo Domingo y Nicaragua y esta mala praxis la extendió por todo el continente.

Esta amenaza para ellos, se acentúa aún más con el despertar de los pueblos de América Latina y el resto de los países del mundo, por el eminente apego de estas regiones al principio de la autodeterminación de los pueblos y la verdadera libertad.

El Imperialismo lo conocemos como la práctica de dominación llevada a cabo por naciones con mayor poder económico y comercial, para ampliar sus influencias sobre naciones menos desarrolladas Del estilo estadounidense como el término utilizado para hacer referencia al expansionismo histórico y a la actual influencia política, cultural, militar y económica de los Estados Unidos de América a escala mundial

Para los críticos del imperialismo económico de EE. UU., se caracteriza, entre otras cosas por: comprometer a los países con grandes deudas a través de préstamos;  el traslado de filiales de los grandes trust internacionales hacia los países subdesarrollados con la finalidad de lograr mano de obra barata; el control de la política de los países dependientes, e instalación de «gobiernos obedientes» que estén dispuestos a suscribir tratados comerciales que abaraten para EE. UU. las materias primas que éste necesita para el mercado mundial, y que eximan a sus empresas multinacionales de pagar los impuestos requeridos por esos países, o al menos que le cobro ser irrisorio.

Califica el periodista y escritor uruguayo, ganador del premio “Stig DagermanEduardo Galeano, como medidas tendientes a evitar que nuestros países se desarrollen por sí mismos: la Escuela de las Américas, los golpes de Estado, las invasiones, pero también los empréstitos y el control de la natalidad, como algunas de las medidas por medio de las cuales EE. UU. ha intentado perpetuar su dominio y eso sin mencionar el costo de vidas que ha ocasionado la incursión de medicamentos en prueba para la raza humana en el continente africano, utilizando a su población como “conejillo de indias”.

Estás políticas utilizadas a lo largo de su historia de dominación en el mundo, son conocidas como doctrinas seguidas por este imperio para enraizar su expansión, tales como la del Destino Manifiesto, Monroe y su Corolario Roosevelt, el Gran Garrote, la Doctrina de seguridad nacional, etc. y hechos como la conquista del Oeste, la guerra mexicana, las guerras bananeras, la guerra Hispano-Estadounidense la guerra de Vietnam, el bloqueo estadounidense contra Cuba, y más recientemente, la doctrina de la guerra preventiva, la guerra de Afganistán, la invasión de Irak y de Libia; así como el acoso a Irán y Siria, han hecho que el «imperialismo estadounidense» sea un término aceptado por parte de la comunidad internacional

El Imperio ha justificado todas estas acciones con la excusa de mantener la defensa de la justicia humana, la lucha por los derechos humanos y el terrorismo pero sin dejar de aumentar las facilidades para sus inversiones, y sin dejar de adquirir en condiciones favorables los valiosos recursos de las tierras ocupadas por ellos

La compra de Luisiana, a Napoleón; la compra a España de Florida; el anexo de la República de Texas, conformado por parte de New Mexico, Oklahoma, Kansas, Wyoming, y Colorado; la guerra con México donde compra Texas y a su vez se fijaba la frontera en el río Bravo y recibe los territorios de Alta California y Nuevo México a cambio de $15 millones de pesos; la compra de la Mesilla actual sur de Arizona y el suroeste de Nuevo México que fue comprada a México por $10 millones de pesos en 1853; la compra de Alaska a Rusia por 7,2 millones de dólares estadounidenses; la cesión de España de Filipinas, Puerto Rico y Guam. Las restantes posesiones españolas en Asia, (Islas Marianas, Islas Carolinas y Palaos), incapaces de ser defendidas debido a su lejanía y la destrucción de buena parte de la flota española, fueron vendidas a Alemania en 1899 por 25 millones de pesetas, por el Tratado Germano-español; posteriormente serán administradas por los EE. UU. A todo esto le podemos sumar la firma un tratado de anexión del gobierno del presidente William Mc KinleyReino de Hawáiun al ser derrocado por un grupo de estadounidenses en el año 1897, de acuerdo con un comité de anexionistas. Todo este historial que hemos narrado nos confirma la tradición guerrerista e intervencionista del Imperio del Norte.

El congresista de Texas y actual candidato republicano a las presidenciales Ron Paul, afirmó que “EE. UU. se desvió del buen camino hace 100 años, cuando el presidente Woodrow Wilson involucró al país en la Primera Guerra Mundial y fracasó en su deseo de hacer que el país formara parte de la Liga de las Naciones, precursora de la ONU”, este Presidente llevó a cabo una política exterior intervencionista en Iberoamérica dando lugar así al hoy conocido como idealismo wilsoniano.

Éste idealismo wilsoniano consistía en asegurar que los gobiernos de países importantes para los intereses de los Estados Unidos en el extranjero,  estuvieran dirigidos por quienes ellos llaman los «buenos», es decir, favorables a aquellos intereses, aunque éstos fuesen representantes de una minoría de la población. En la actualidad se desliza hacia un sistema fascista y así lo califica este candidato presidencial.

Wilson pronunció  en el Congreso de su país la Lista de 14 puntos, con el objetivo de la obtención de la paz y estos fueron: El final de la diplomacia secreta: La libertad de navegación y comercio. La desaparición de las barreras económicas. La reducción de los armamentos militares. Reglamentación de las rivalidades coloniales. La evacuación de Rusia. La restitución de la soberanía en Bélgica. La restitución de Alsacia y Lorena a Francia. El reajuste de las fronteras de Italia. La autonomía de los pueblos del Imperio austrohúngaro. La evacuación de Rumanía, Serbia y Montenegro. La autonomía de los pueblos del Imperio otomano. La restitución de la soberanía de Polonia. La creación de una Liga de Naciones, claro antecedente de la Sociedad de Naciones, todos estos puntos sirvieron para establecer el Tratado de Versalles de 1919. También encaró este Presidente la más pura representación del racismo de los EEUU con la aceptación del Ku Klux Klan, se le señala como de su autoría la siguiente frase: «Los hombres blancos fueron provocados por un mero instinto de supervivencia…hasta que finalmente surgió un gran Ku Klux Klan, un verdadero imperio del sur, para proteger al territorio sureño»

Podemos concluir que todo esto confirma nuestros conceptos emitidos y lo resaltante es, que  su propia gente es quien alza el dedo para acusarlos. Por sus hechos los conoceréis

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(*) Abogado (Especialista en Gerencia Tributaria)

Comunicador Social