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El Gobierno irlandés ha anunciado que procederá, sin prisas y buscando el mejor comprador, a la venta de bienes estatales por un valor de 3.000 millones de euros, tal y como establecen los términos del rescate económico a este país de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Ejecutivo de Dublín se desprenderá parcialmente de la compañías nacionales de gas y electricidad, Board Gais y ESB, respectivamente, y venderá todas la acciones que aún tiene en la antigua aerolínea de bandera nacional, Aer Lingus.

Según explicó hoy el ministro irlandés de Gasto Público y Reforma, el laborista Brendan Howlin, un tercio de los ingresos de las privatizaciones se podrá usar para “revitalizar” la economía, sumida en una profunda crisis desde 2008.

Esta es una de la concesiones obtenidas por el Gobierno de coalición entre conservadores y laboristas, en el poder desde febrero de 2011, de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI, la «troika» que supervisa el cumplimiento de las condiciones del programa de ayuda a Irlanda.

Contra pronóstico, el Gobierno ha decidido no desprenderse de una “participación minoritaria” de ESB, aunque dará luz verde a la venta de los sistemas de generación de energía “no estratégicos”, lo que le permitirá mantener su “transmisión y distribución”. ESB es una compañía controlada en un 95 por ciento por el Estado y en un 5 por ciento por sus trabajadores.

Asimismo, se “considerará” la posibilidad de poner en manos privadas “algunas” divisiones de la empresa forestal nacional, Coillte, lo que no incluye la “venta de terrenos”, precisó Howlin.

Por contra, el Gobierno tratará de vender el 25,4 por ciento de las acciones que aún tienen en Aer Lingus, privatizada en 2006, cuando “las condiciones del mercado sean favorables y a un precio aceptable”, advirtió el ministro.