Autor. The Rebel Spell
Hay algo que no termino de entender. Si la crisis es eminentemente financiera, provocada por los bancos y sus gestores negligentes, en algunos casos hasta criminales, agravada en España por un fraude inmobiliario, gestado por constructoras y bancos y bendecido por todas las administraciones públicas, ¿por qué coño reformamos por enésima vez el Mercado (más bien Rastrillo) Laboral? En España, SMI no significa Salario Mínimo Interprofesional, sino Salario Miserable e Indecente. ¿De verdad congelarle y/o bajarle el sueldo a una población que ha sufrido el mileurismo durante quince años va a solucionar algo? ¿En serio alguien con dos dedos de frente cree que facilitar y abaratar el despido va a servir para algo más que no sea extinguir contratos? En un país como España, en el que solo Irlanda de entre toda la UE (y por poco) ofrece un régimen fiscal a sus empresas más bajo, la solución al déficit público pasa por bajarle aún más los impuestos a las empresas y subírselos al ciudadano? Lo lógico, diría cualquier persona sensata, es aplicar el método japonés, a saber, solucionar el problema, en la creencia de que al solucionarlo y analizar en qué se ha fallado, no solo se corrige el error sino que se identifica a los culpables durante el proceso Es decir, si el problema es la rueda del coche que se ha pinchado por falta de supervisión y mantenimiento, ya me explicará alguien qué cojones arreglo pintando el garaje… por segunda vez en el año. Sobre todo si ignoro que el garaje tiene unas goteras inmensas (temporalidad aberrante, salarios de mierda, condiciones miserables, horarios abusivos, tasas de siniestralidad laboral que rozan los 1000 muertos/año…). La respuesta es atroz. Para el Sistema, la única solución es que trabajemos más por menos y que paguemos más. Eso solo significa una cosa, que el Estado considera a los ciudadanos mero ganado al que ordeñar (vía IVA, IRPF, céntimo sanitario, etc.) para mantener el nivel de vida de una casta dirigente que vive a espaldas del pueblo. Y que la minoría beneficiaria de ese modelo de feudalismo moderno solo nos considera parte de la cadena de producción de la que obtienen sus beneficios, cuando no directamente siervos de la gleba. La última vez que miré el calendario, ponía Año 2012 y no 1212. No serán tecnócratas, ni expertos tertulianos de la telebasura, pero cada día oigo a más gente decir por la calle una de esas verdades universales: “Hasta que no se meta dinero en el bolsillo de la gente y en cintura a bancos y urdangarines, esto no lo soluciona nadie”. Pero aquí, metemos el dinero en el bolsillo de los banqueros, mareamos la perdiz con urdangarines, gurtelinos, campeones y tresporcientos y ponemos al españolito de a pie a pagar la factura y a barrer la mierda. “¿El señoríto? Está muy ocupado. Hoy le toca golf, comida con el Presidente del Gobierno para hablar del Mercado Laboral y después fiesta con las putas en el yate. Sí, ya se lo he dicho, el señorito es un hombre muy ocupado. Puede dejar los cien gramitos de caviar ahí mismo”.
Llamar reforma laboral a la certificación del despido libre en España, a recortar salvajemente los derechos de los trabajadores, a condenar a la esclavitud a las próximas generaciones, es un insulto más. Otra afrenta que la población va anotando en esa lista negra que todos tenemos. Ayer hubo intento de acercarse a la cueva de Alí Babá, pero los 350 Ladrones siempre están protegidos por las fuerzas policiales del régimen. El resultado, heridos, detenidos y nada más que rabia, impotencia, frustración… Más notas a esa lista cada vez más negra. Más gasolina a la hoguera. Dicen que hay que respetar las normas… dictadas por aquellos que se sitúan por encima de ellas y que por ello, solo se aplican al ciudadano común. Como los recortes en derechos. En este pseudopaís, la Justicia se ha ido de putas, a cuenta del Ejecutivo, con la connivencia del Legislativo y meándose en los ciudadanos, que somos quienes pagamos la factura, quienes aportamos nuestro sudor y quienes derramamos lágrimas de tristeza e ira. Que centenares de ciudadanos se declaren en desobediencia civil y marchen a protestar ante el Congreso, no es más que un acto simbólico de rebelión ante la última cacicada de la Troika en España. Cuando seamos cinco o seis millones, se cagarán de miedo. Y entonces si podremos empezar a hablar de una Spanish Revolution de las de verdad. ¿Hace falta un líder revolucionario que guíe a las masas? No lo considero necesario. La situación futura va a provocar que la población se eche masivamente a la calle y con ganas de plantar cara. Porque, por si alguno no se había dado cuenta todavía, ya no luchamos por nuestro bienestar, o por mantener el Estado Social y de Derecho. Estamos luchando por nuestra propia supervivencia como ciudadanos libres y soberanos. Y vamos perdiendo.
La población está encabronada, frustrada, deprimida… y se siente acosada por el sistema. Aprueban una reforma laboral, precarizando más aun la situación del ciudadano de a pie, reconociendo que eso no servirá para crear empleo ni para solucionar la crisis. Entonces, ¿para qué la mierda esta de reforma? ¿Para ver hasta dónde pueden llegar antes de que les saltemos a la yugular? ¿Creen de verdad que sus sindicatos traidores van a poder canalizar esta vez la ira del pueblo por donde a ellos les interesa? ¿No oyen cómo se afilan, en este preciso instante, las hojas de las guillotinas?
