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El Encuentro Voces Centroamericanas por la Libre Comunicación ha reunido en San José de Costa Rica a 22 comunicadores y comunicadoras de medios alternos de toda Centroamérica. El análisis de la peligrosa coyuntura que viven los medios de comunicación alternativos ha ocupado buena parte del trabajo.

Febrero 28 de 2012.- La comunicación alternativa no se puede entender sin un proyecto político. Quizá esta sea el principal matiz que han puesto sobre la mesa de discusión las personas participantes en el Encuentro. Es decir, la autodefinición como comunicador@s alternativos parte de un proyecto progresista de transformación de la sociedad.

Representantes de Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras y Costa Rica han explicado cuál es el contexto en el que ejercen su derecho a la comunicación y las amenazas a las que están sometidos sus proyectos en una región: militarización, megaproyectos económicos, concentración de la propiedad de las empresas de comunicación, manejo comercial del espacio radioeléctrico (“un bien de la Humanidad”) y la ausencia de marcos legales que regulen el ejercicio y la protección del derecho a la comunicación y de políticas públicas que garanticen su desarrollo. Un capítulo especial mereció la grave situación de Honduras con la represión permanente y criminalización de la lucha social y la comunicación popular.

Los retos que se plantearon en la sesión de análisis incluyen reflexiones, entre otros, sobre cómo posicionar los temas en la agenda pública de cada país; cómo articular a los medios alternativos locales para reforzar su trabajo; se planteó la pertinencia o no de utilizar los medios hegemónicos para incluir mensajes contra hegemónicos; la necesidad de lograr la autonomía comunicacional en los movimientos sociales; los caminos para lograr la financiación de los medios alternativos a pesar de los impedimentos legales que hay en muchos de los países; cómo acceder al espectro radioeléctrico, a las nuevas tecnologías y al conocimiento; cómo lograr legislaciones nacionales que obliguen al Estado a proteger y promocionar el derecho a la comunicación superando el concepto liberal del derecho a la libertad de expresión…

Los casos nacionales

Estos son algunos de los momentos del Encuentro (que serán ampliados)

Nicaragua

Fito Taleno, de Radio Bambú de Nicaragua, expuso el fuerte “reacomodo político” que se está produciendo en su país y que ya esta provocando fracturas, aunque también puede servir para un mayor posicionamiento de la radios populares. Unos medios que luchan contra la acumulación de emisoras y televisiones en manos de grupos económicos o políticos y contra unos enfoques informativos cooptados por el Gobierno. En este marco “las radios comunitarias y populares están siendo víctimas de la exclusión”, pero aun así, Taleno está convencido de que la radio “no está muriendo y la palabra tiene un lugar en las comunidades, se siente”.

Guatemala

La Cuadra, de Guatemala, es la experiencia comunicativa que puso sobre la mesa Rosalinda Hernández. Un medio impreso impulsado por una organización feminista que desarrolla un periodismo feminista y que entiende la producción editorial como la construcción de sujetos políticos, tanto individuales como colectivos. Hernández opinó que corresponde a los periodistas reivindicar ese derecho a la libertad de expresión porque no existe una masa crítica que los exija como tal. Por ello, también, La Cuerda llama al cambio de actitudes y mentalidades y a la acción política. Para el colectivo guatemalteco, libertad de comunicación es libre acceso a la información y libertad de pensamiento. Explicó que en Guatemala, con el cambio de gobierno, los espacios alternativos se han cerrado y el peso de la prensa convencional y oficial es “avasallador”. La periodista fue crítica con el éxito de las radios comunitarias ya que opina que se ha magnificado su incidencia.

Honduras

La voz más pegada a esas comunidades la han traído Cesar Bénedith y Armando Castillo, garifunas hondureños de las emisoras comunitarias Faluma Bimetu y Brisas del Mar. Ejemplos de cómo la necesidad de obtener un espacio de comunicación propio ante la imposibilidad hacer público el mensaje de sus comunidades hizo que nacieran estos proyectos. Bénedith explicó cómo estos canales de comunicación son una forma de enfrentarse al despojo territorial y cultural de los garifunas por parte de empresas turísticas y, ahora, por los proyectos de monocultivos (El girasol empieza a amenazar sus tierras). “Aprovechamos el espacio de las radios comunitarias para mantener la cultura garifunas y evitar que nos exploten, que nos conviertan en payasos que solo sirven para bailar en los hoteles”. César alertó del riesgo de colapso de estas radios por la prohibición de insertar publicidad y así poder auto financiarse.

El Salvador

Radio Victoria (Cabañas), en El Salvador, nació en el año 1993. Es una radio comunitaria y alternativa con un enfoque de derechos humanos y defensa de los intereses de la población civil. Nacio “de la necesidad de una comunidad de tener su propia herramienta de comunicación” tras el conflicto armado del país. Desde 2004 la pelea ha sido contra la explotación minera, una lucha que ha dejado ya tres muertos por el camino y un hostigamiento permanente que han obligado a varias medidas cautelares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El proyecto minero, de momento, esta parado. Pablo Ayala indicó que “el papel de los medios comunitarios en El Salvador ha sido muy importante. No todas las radios han jugado el mismo papel, pero sí muchos han sido voz de denuncia ante las aberraciones contra los derechos humanos”.

Costa Rica

En encuentro participaron una veintena de medios y colectivos de Costa Rica. Andrea Alvarado de Radio Internacional Feminista fue la encargada de articular la situación del país, donde la principal amenaza al derecho a la comunicación es la concentración de medios. “Es una forma diferente de represión, no hay una iniciativa del Gobierno porque haya medios de comunicación democráticos, no apertura del espectro Radioeléctrico a la sociedad civil”, insiste Alvarado quien denunció una “alianza” entre el Gobierno y los medios masivos. “Costa Rica es el caso más patético de Centroamérica en radios comunitarias: no existen legalmente, no se puede hacer una radio distinta”.