Autor: YVKE

 

Las compañías extranjeras llegadas a Haití tras el terremoto de enero de 2010 son las principales beneficiarias de la ayuda internacional para la reconstrucción, denunció la intelectual de ese país caribeño Evelyn Trouillot.

La ganadora del premio literario Carvet del Caribe y del Mundo en 2010 aseguró en entrevista con Prensa Latina que existen manejos turbios con los fondos destinados a su país por parte de los contratistas internacionales.

Hay todo un engranaje para que sean esas compañías las que se apropian del dinero. Está demostrado que los fondos se utilizan para pagar a los propios trabajadores de las trasnacionales, al final no llega nada al pueblo haitiano, indicó.

 

En enero pasado, el presidente Michel Martelly aseguró que solo uno por ciento de los cuatro mil millones de dólares donados se utilizaron en programas sociales, el resto paró en mano de los contratistas.

Los recursos para la recuperación del país caribeño están a cargo de la Comisión Interina para la Reconstrucción de Haití, encabezada por Estados Unidos.

Truoillot añadió que las firmas extranjeras destruyen además las estructuras sociales de Haití.

«Contratan por un salario mayor a maestros, médicos o constructores y entonces las instituciones haitianas se ven carente de personal», dijo.

Por otra parte, la escritora reveló que en Haití hay personas con dinero deseosas de trabajar por la reconstrucción del país, sin embargo esto se le hace imposible por la numerosa cantidad de empresas extranjeras llegadas después del sismo.

Hay tantas compañías internacionales que los haitianos no podemos hacer nada para fomentar la recuperación, sin embargo esas empresas tampoco hacen nada, comentó.

La denuncia de la escritora coincide con una investigación publicada por la revista independiente Dissident Voices, según la cual organizaciones no gubernamentales, empresas privadas y gobiernos, principalmente el de Estados Unidos, son los responsables del desvío de dinero destinado a Haití.

Esa publicación indicó que las ineficiencias y corrupción imperantes en los mecanismos de entrega de los fondos conllevó a que el mayor receptor individual del dinero del terremoto fuera el gobierno estadounidense.

Justo después del sismo, esa administración asignó 379 millones en ayuda inicial y envío de tropas a Haití, pero se demostró que 33 centavos de cada uno de estos dólares regresó al país norteño para reembolsar el pago a los militares, indicó la revista.

Asimismo, citó un informe de la Oficina de Investigación del Congreso estadounidense, según la cual, de las supuestas ayudas posteriores, 655 millones de dólares regresaron al Departamento de Defensa y 220 millones al de Salud y Servicios Humanos.