
Rice apoyó la opinión de la jefa del Departamento de Estado, Hillary Clinton, quien calificó la votación de “una parodia” y reiteró que EE. UU. seguirá presionando al presidente sirio Bashar al Assad para que dimita.
A su vez, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, calificó como “indecente y casi histérica” la reacción de algunos países de Occidente al veto ruso de la resolución sobre Siria.
Esta decisión se debe a razones de seguridad, informó el Departamento de Estado, ya que “la capacidad gubernamental para controlar los diferentes focos de violencia en el país ha sido superada”.
Sin embargo, el cierre de la embajada no significa el cese de las relaciones diplomáticas ambas naciones, precisaron fuentes oficiales.
Se informa que será la embajada de Polonia quien atienda a los ciudadanos estadounidenses de mientras la embajada en Siria permanezca cerrada.