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Ante los anuncios de movilizaciones convocadas en el mes de marzo por algunas organizaciones de Ecuador, el presidente del país suramericano, Rafael Correa, manifestó que la oposición ecuatoriana intenta desestabilizar al Gobierno con la unión de la ultra derecha y la ultra izquierda.

«Se ha juntado el agua con el aceite», dijo Correa, de acuerdo con un despacho de la agencia de noticias Andes.

Aseveró que intentan hacer lo mismo que en Bolivia con 15 días de marcha, para luego, los medios de comunicación que hacen política, decir que el Gobierno empieza a perder apoyo.

«Nos quieren hacer lo mismo que a Evo Morales en Bolivia, pero fracasaron allá y fracasarán en Ecuador», manifestó.

Asimismo, anunció que para el próximo 8 de marzo se ha convocado una multitudinaria concentración en la plaza de la Independencia en Quito, para defender la democracia, pues las marchas aspiran entrar a la capital ecuatoriana el 22 del próximo mes.

«Para que nos encuentren más firmes que nunca, defendiéndonos. Es su última oportunidad y ya nadie nos para en las próximas elecciones, porque la revolución ciudadana no la para nadie, vaya o no vaya yo», resaltó.

Señaló que todos los sectores de oposición marcharán contra el gobierno para crear una atmósfera de tragedia, «porque saben que en las urnas el pueblo los enterrará con el voto».

El Mandatario ecuatoriano lamentó no poder conseguir consensos ni acuerdos con estos sectores, sobre todo los indígenas.

«Nosotros siempre estamos abiertos al diálogo, pero no al diálogo de sordos, de imposiciones para buscar juntos la verdad. Es imposible coincidir en todo, más es lo que nos une, que lo que nos separa, pero si de 100 coincidimos en 99, por ese uno, tenemos que tumbar al Gobierno, el todo o nada», criticó el jefe de Estado.