
Tal hecho se enmarca en la escalada verbal entre Londres y Buenos Aires por la jurisdicción del archipiélago usurpado al Estado suramericano en 1833 y que revive en estos días con la acusación argentina de una militarización del Atlántico Sur por el Reino Unido.
En pleno vuelo, la pareja advirtió la presencia de los cazas de la Real Fuerza Aérea que de acuerdo con el rotativo británico “fueron enviados para custodiarlos debido a la creciente tensión con la Argentina”.
Sin embargo, hasta ahora, el Gobierno austral sólo ha llamado a Londres para que los europeos acaten la resolución de la ONU sobre una resolución pacífica negociada al conflicto, en aras de evitar una confrontación bélica como la de 1982, cuando perdieron la vida 649 militares argentinos y 255 británicos.
En ese sentido, Reino Unido ha violado unas 40 resoluciones de Naciones Unidas destinadas al diálogo cordial entre los dos países para resolver la centenaria disputa.
La semana pasada, el canciller argentino, Héctor Timerman, alertó en la ONU sobre el creciente rearme del Atlántico Sur promovido por la nación europea, que envió a las Malvinas el submarino nuclear Vanguard, el destructor HMS Dauntless y aviones Typhoon.
En la actualidad, el archipiélago suratlántico cuenta con la base aérea de Mount Pleasant, una fragata de patrulla en el área y una guarnición de mil 700 efectivos, casi equivalente a la población de las Islas.
