En un comunicado oficial Argentina «rechaza el intento británico de militarizar un conflicto sobre el cual las Naciones Unidas ya se han expedido en numerosas ocasiones y han indicado que ambas naciones deben resolver en negociaciones bilaterales».
Luego de 149 años desde que Londres conquistara por la fuerza el archipiélago, Argentina ocupó el territorio en abril de 1982 y seis semanas más tarde, el gobierno británico respondió con el envío de una fuerza naval y después de duros combates forzaron la rendición argentina en junio del mismo año, restableciendo la administración británica sobre Las Malvinas.
A este archipiélago arribará próximamente el príncipe Guillermo, tercero en la línea de sucesión a la Corona británica, para realizar un entrenamiento como piloto de helicópteros de rescate.
Argentina sostuvo, en tal sentido, que el príncipe «llega a las Islas Malvinas como «miembro de las Fuerzas Armadas de su país», pero «el pueblo argentino lamenta que el heredero real arribe a suelo patrio con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las naciones».
«Los gobiernos deben evitar la tentación de incurrir en discursos que transformen el patriotismo en patrioterismo con el objeto de distraer la atención pública de políticas económicas de ajustes en un contexto de crisis estructural y alto desempleo», señala el comunicado.
Mediante el documento, Argentina subrayó que «los organismos internacionales así como los países democráticos debemos trabajar a diario para evitar que los conflictos armados reemplacen a las negociaciones civilizadas para la resolución de conflictos».