Río+20 y la Asamblea fundacional de esta Articulación de los Movimientos Sociales serán momentos fundamentales.
Esta propuesta integracionista reúne a organizaciones sociales del continente interesadas en construir desde abajo un proyecto emancipador común, que tiene como horizonte la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Sus integrantes declaran el carácter antineoliberal y antimperialista que les une para enfrentar los problemas de desigualdad e injusticias que han dejado el colonialismo y el imperialismo en la región. La Carta de Belem, aprobada durante el Foro Social Mundial (FSM) de enero del 2009 es su referente programático.
Últimamente la prioridad ha sido la construcción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) que es estratégico al separarnos de los EEUU. Pero hay que avanzar en el terreno popular para que los movimientos sociales de América Latina sean una retaguardia propositiva de nuestros gobiernos,” enfatizó.
Manuel Bertoldi, del Frente Popular Darío Santillán de Argentina, anunció que el momento fundacional de esta Articulación continental será en noviembre del 2012 en Porto Alegre.
“Reconocemos a los movimientos y expresiones de lucha desde Alaska hasta la Tierra del fuego, que van contra las políticas neoliberales e imperiales. En este sentido hacemos un llamado a los movimientos de mujeres y el campesinado, a las comunidades indígenas, a las juventudes, al movimiento estudiantil para que podamos realizar una Asamblea de movimientos sociales y empezar a construir un proyecto donde los movimientos populares sean cada vez más protagónicos”, afirmó.
Para Joao Pedro las venideras elecciones de México y Venezuela van a ser fundamentales para el proceso de integración latinoamericana. Si se mantienen o se alzan los gobiernos de izquierda, entonces se podrá avanzar en esa integración bolivariana de movimientos sociales, que ya tiene expresiones concretas en acciones de formación técnica y política, y en la apuesta por otra cultura en los medios de comunicación.
Lourdes Cervantes, en representación del Capítulo Cubano del FSM, rescató la trayectoria de luchas más recientes protagonizadas por los movimientos sociales en la región. La destrucción del proyecto del ALCA es un ejemplo. “Tenemos que actuar unidos y pasar de la acción dispersa y de carácter reivindicativo a la acción mancomunada”.
Entre las jerarquías de este proyecto Mauricio Ramos, del movimiento campesino colombiano, identificó la solidaridad y la cooperación. De ahí que como parte del quehacer de estas organizaciones no se abandone al pueblo haitiano y hondureño. A este último le acompañarán en el I Encuentro Internacional de Derechos Humanos en solidaridad con Honduras, convocado para en el Bajo Aguán a partir del próximo 17 de febrero y hasta el 20 del propio mes.
De cara a la Cumbre de Río+20, Stedile alertó el peligro que representa para los bienes comunes y la Madre Tierra el capital financiero. “Los movimientos sociales estamos proponiendo que el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, en cada uno de nuestros países hagamos una movilización de masas para denunciar los crímenes ambientales que las empresas cometen en cualquier sitio del mundo. Este tema que antes era sectorial, ahora es un problema de soberanía.”
La Articulación de movimientos sociales hacia el ALBA es un espacio en construcción, que invita a sumarse a las organizaciones y movimientos sociales que se identifican con esa propuesta.