Ricardo E.. Albano

 

Papa Noel no parece habernos traído buenas nuevas tras el anuncio del Secretario de Comunicación, informándonos sobre la próxima intervención quirúrgica a la que será sometida nuestra amada presidenta Cristina para extirparle sus glándulas tiroides que se encuentran con carcinoma papilar.

 

Esperando una completa recuperación con el favor de Dios y los cirujanos y tras algunas semanas de reposo, quería expresar una solicitud que considero esencial para la profundización del modelo tal fue expresado durante la campaña electoral que llevo a nuestro Frente para la Victoria aun contundente triunfo del 54, 11% de los votos: me refiero a una profunda y revolucionaria Reforma Impositiva.

 

La reforma debe gravar severamente a las transacciones financieras y poseer además cláusulas de progresividad en las alícuotas del tributo de ganancias, propiedad de bienes inmuebles (casas, tierras) y una reducción sustancial en el impuesto al valor agregado, que es regresivo por naturales pues pobres y ricos pagan el 21% por igual al consumir un bien o pagar un servicio.

 

Por eso, en este año 2012, espero junto a millones de ciudadanos que votamos por la profundización del modelo de redistribución de riqueza con inclusión social que se meta mano en las ganancias extraordinarias de las empresas extranjeras depredadoras y saqueadoras que expolian las riquezas creadas por los trabajadores formales e informales, amas de casa, jubilados (usuarios y creadores de servicios) para que reine la igualdad, la paz y prosperidad en este 2012 tan pletórico de ilusiones para al menos un 54, 11 % de los habitantes de nuestra querida Argentina.