Agencias
Bashar al-Assad, presidente de Siria, lanzó un ataque a los países árabes vecinos y a la comunidad internacional en un discurso televisado este martes, advirtiendo que no iba a renunciar ni a permitir que el país sea «destruido por conspiraciones extranjeras».

Bashar al Assad comunicó que se preparará un borrador de una nueva Constitución, y que para la primera semana de marzo se celebrará un referéndum. Más adelante, se celebrarán elecciones parlamentarias.

El mandatario indicó que estas reformas no deben relacionarse con la crisis en Siria, porque «si realizamos reformas para pararla, estamos incitando la intervención extranjera».

También deslizó la posibilidad de incluir a partir de ahora a la oposición en el Gobierno. «Estamos abiertos a dialogar cuando veamos que la oposición siria está preparada para el diálogo con el Ejecutivo», apuntó.

Los países de la Liga Árabe, dijo, «no saben nada sobre democracia y son un espejo de los fracasos del mundo árabe». Al Assad recordó que el primer Parlamento en Siria se había celebrado en 1917. «¿Dónde estaban ellos entonces?», se preguntó. «La situación es como un médico que fuma y recomienda a su paciente que deje de fumar, mientras él, el médico tiene un cigarrillo en su boca».

A pesar de todo, el dirigente abrió la posibilidad a escuchar las propuestas de la Liga Árabe, que el 26 de diciembre mandó a más de un centenar de observadores al país, «siempre que se respete la soberanía siria».

«No se encubre a nadie. No hay órdenes para que nadie abra fuego contra un ciudadano», aseguró en otro momento en su discurso desde la Universidad de Damasco, televisado en directo.

Respecto la presión internacional que denuncia la violencia en Siria, dijo: «los partidos regionales e internacionales que buscan desestabilizar a Siria no pueden falsear los hechos y acontecimientos», dijo. «La conspiración exterior que está siendo diseñada en una sala oscura ya no está escondida. Se ha vuelto clara como el cristal y visible para todo el mundo», señaló.

«Les digo (a los medios de comunicación) que no soy yo quien renuncia a sus responsabilidades». Según Al Assad, «al principio del conflicto todos los medios podían trabajar de manera libre dentro de Siria, pero las invenciones, después nos convencieron de que teníamos que poner algún control sobre eso».

El mandatario dijo que todavía contaba con el apoyo del pueblo, y que las revueltas son provocadas por terroristas.

Según señaló hoy el ministerio de Información, Siria ha concedido visados y permisos de trabajo a 136 medios de prensa árabe y de otros países desde comienzos de diciembre hasta la fecha.