Página12
Después del procesamiento por espionaje al ex jefe de la Marina, quince vicealmirantes y contraalmirantes fueron jubilados, lo que implica la mayor purga desde 2003. También hubo bajas en el Ejército y, en menor medida, en la Fuerza Aérea.
Diez días después del procesamiento por espionaje ilegal del almirante Jorge Godoy, que significó la finalización de su carrera naval, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pasó a retiro ayer a la mayor parte de la plana mayor de la fuerza, incluidos los hombres de mayor confianza de quien condujo a la Armada durante los últimos ocho años. La decisión que el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, informó ayer por la tarde al flamante jefe del Estado Mayor General de la Armada, vicealmirante Carlos Alberto Paz, incluyó a quince vicealmirantes y contraalmirantes, e implica la mayor purga entre los hombres de mar desde 2003, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner descabezó las cúpulas de las tres Fuerzas Armadas.
Godoy fue procesado por el juez federal Daniel Rafecas el pasado martes 20 en la causa por las tareas de inteligencia ilegal descubiertas en la base Almirante Zar de Trelew, pero que según la documentación secuestrada desarrollaba toda la Armada. Siete días después, Godoy dio su discurso de despedida y el ministro de Defensa le tomó juramento a Paz, hasta entonces subjefe, cargo que permanece vacante. Un día después, la presidenta Cristina Fernández entregó sables e insignias a cinco flamantes contraalmirantes, ascendidos con acuerdo del Senado. Se trata de Horacio Nadale, Héctor Lobbosco, Pedro Bassi, Luis María González Day y Alberto García Griogioni. El mismo día, en tanto, 55 capitanes de fragata ascendieron al grado superior: capitán de navío.
Las consecuencias de la salida anunciada del jefe de la Armada, que se demoró casi un lustro gracias a las maniobras dilatorias de sus abogados y a conflictos de competencias en el Poder Judicial, se confirmaron recién ayer. Quienes ostentaban el grado de vicealmirante, el segundo en jerarquía dentro de la fuerza, pasaron a retiro en bloque, con una sola excepción: Daniel Alberto Enrique Martín, actual titular del comando de Adiestramiento y Alistamiento Naval, cuyo nombre suena fuerte para secundar a Paz como subjefe de la Armada. Entre quienes concluyen su carrera está el vicealmirante Alvaro José Martínez, hasta ayer director general de Personal y Bienestar. El nombre de Martínez, nacido en Uruguay, circuló en las últimas semanas como posible sucesor del propio Godoy. También concluyó sus días en la Armada el contraalmirante Eduardo Raúl Castro Rivas, hasta ayer secretario general naval y mano derecha de Godoy en los últimos años.
La purga en la Armada incluyó el pase a retiro de los vicealmirantes Jorge Roberto González (inspector general de la Armada), José Luis Pérez Varela (director general de Material) y Juan Roberto Marín (subjefe del Estado Mayor Conjunto), y de los contraalmirantes Miguel Angel Brocanelli (director general de Salud), Pablo Marcelo Vignolles (jefe de Gabinete del jefe de la Armada), Fernando Luis Casanova (autoridad Administrativa y de Contrataciones), Juan Carlos Máximo Sagastume (director de Intereses Marítimos), Edgardo Aníbal García (comandante del Area Naval Atlántica), Carlos Alberto Corbelle (director general de Asuntos Jurídicos, área sensible desde la cual responden todos los pedidos de jueces y fiscales que investigan delitos de lesa humanidad), Roberto Rubén Pereyra Bordón (agregado naval en la Embajada de los Estados Unidos), Jorge Mario Cerqueiro (director de Presupuesto), Rafael Angel Cornejo Solá (comandante de Aviación Naval) y Santos Víctor Isgro (director de Laboratorio Conjunto).
Godoy había pedido el pase a retiro de once almirantes (englobando en esa categoría a los vice y contraalmirantes), en tanto la decisión de la Presidenta alcanzó a quince de esos oficiales. Cuando Kirchner asumió la presidencia, en 2003, había diecisiete almirantes en actividad, cifra que creció hasta los 42 que había hasta ayer y que pondría de manifiesto cierto sobredimensionamiento de la cúpula naval, confió una fuente de esa fuerza. El motivo tendría directa relación con la política que como jefe de personal llevó adelante el entonces almirante Enrique Olmedo, de ascender masivamente a los cuadros medios.
En el Ejército, cuya conducción seguirá a cargo del teniente general Luis Pozzi, la Presidenta entregó sus sables esta semana a los flamantes generales de división Carlos Barchuk y de brigada Alberto Ensinck, José Luis Figueroa, Marcelo Gutiérrez, Gustavo Vázquez y Alejandro López. Ayer se supo que pasaron a retiro once generales y un coronel mayor, aunque no trascendieron sus nombres. También pasaron a retiro 75 coroneles, grado al que ascendieron 140 tenientes coroneles, cifra mayor al promedio de los últimos años.
En la Fuerza Aérea, que seguirá al mando del brigadier general Normando Constantino, pasaron ayer a retiro apenas tres brigadieres. El martes la Presidenta les había entregado sus insignias a los flamantes brigadieres Eduardo de la Torre, Juan Carlos Zarza, Jorge Antelo, Guillermo Saravia, José Palermo, Heriberto Zapata, Exequiel Gil, Abel Cuervo y Emilio Salgado, en tanto setenta vicecomodoros ascendieron al grado superior (comodoro) con acuerdo del Senado.