Ante la Comisión Parlamentaria de Relaciones Exteriores y de Defensa, el ministro dijo que “a la familia de Al Assad sólo le quedan unas semanas para ejercer el poder en Siria (…) En la situación actual es imposible prever lo que va a ocurrir después de la caída de Bashar Al Assad”.
Las declaraciones del ministro Barak se dieron mientras observadores de la Liga Árabe se encuentran realizando recorridos en diferentes ciudades, desde el pasado 22 de diciembre para investigar asuntos legales, administrativos, de Derechos Humanos (DDHH) y de seguridad en Siria.
Los observadores han manifestado que circulan con libertad y visitan sin contratiempos a los presos en las cárceles.
Al respecto, el general sudanés Mohamed Ahmad Mustafá Al Dabi, quien encabeza la misión precisó en días anteriores que durante la visita a Homs (centro) la situación “pareció tranquila, no hubo enfrentamientos. No vimos tanques”.
Al Dabi resaltó que en algunas de las zonas las condiciones no han sido perfectas, aunque destacó que en un primer reconocimiento no ha visto “nada terrorífico”.
Por su parte, miles de ciudadanos sirios han realizado jornadas de actividades en distintas localidades para ratificar su apoyo al gobierno del presidente Bashar Al Assad y al proceso de reforma que impulsa para lograr la unidad nacional.
El pasado 15 de marzo comenzaron protestas en Siria, específicamente en su capital, Damasco, en las que se exigían cambios políticos, demandas que posteriormente fueron atendidas por el Gobierno Al Assad con la aplicación de una serie de reformas en beneficio del pueblo.
Al Assad ha denunciado en reiteradas oportunidades que la violencia generada en el país árabe proviene de grupos terroristas y en muchos casos financiados desde el extranjero.