
La suma, de acuerdo a lo señalado por la agencia DPA, se pagará a cada pasajero independientemente de su edad y está destinada según el comunicado a solventar «cualquier daño como la pérdida de equipaje y efectos personales, así como el estrés psicológico y el daño sufrido por unas vacaciones arruinadas».
Este acuerdo no cubre las muertes o las lesiones físicas sufridas.
Unos 3.200 pasajeros y 1.300 miembros de la tripulación viajaban a bordo del crucero la noche del 13 de enero cuando el crucero encalló y naufragó al acercarse a la isla de Giglio.
Hasta la fecha hay 16 muertes confirmadas y unos 20 desaparecidos.
Una de las principales asociaciones de consumidores italiana, Codacons rechazó la indemnización al calificarla de «limosna» y opinó que los pasajeros no la deberían aceptar.
En tanto, durante la jornada prosiguieron los trabajos de los buzos rescatistas en el crucero que naufragó.
Franco Gabrielli, el jefe del servicio de Protección Civil que está al frente del operativo, reconoció anteayer que «no hay esperanzas de encontrar a nadie con vida».