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El diario ABC publica nuevas “informaciones” sobre el estado de salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Lo titula “A Chávez le queda un año de vida a menos que acepte un tratamiento intensivo”. Se trata de un  nuevo capítulo del culebrón del que participan medios como “The Wall Street Journal” como “fuente” principal y aquellos que apoyaron el golpe de Estado de 2002 y siguen actuando como voceros de la oposición en Venezuela.

“El cáncer de próstata del líder venezolano se complica con metástasis en los huesos, la espina dorsal y tumor en el colon, según informes médicos a los que accedió ABC”,

dice el subtítulo de la noticia.

Lo primero que sorprende es que en una información que trata sobre el estado de salud de una persona se consulten todo tipo de fuentes a excepción de la persona de la que se habla o los doctores que le atendieron. Tampoco los medios donde esos doctores publicaron sus conclusiones. La fuentes principales no cuentan con credibilidad para ABC. ¿En qué se basa entonces este periódico para lanzar afirmaciones tan contundentes sobre un tema tan delicado?

“Uno de los informes [supuestamente del 12 de Enero] confidenciales elaborados por informantes con acceso al equipo médico de Chávez, manejados por servicios de inteligencia y que ABC ha podido leer en su integridad”.

Recapitulemos. La fuente son “informantes con acceso al equipo médico de Chávez”, quienes a su vez ya desmintieron al doctor Salvador Navarrete, quién dio a Chávez dos años de vida en una entrevista realizada en Octubre. En esa entrevista, Navarrete decía que Chávez fue maníaco-depresivo y que padece transtorno bipolar. También que “el Presidente decidió cambiar de rumbo radicalmente meses después del golpe de Estado en su contra [en 2002]. Abandonó a todos los médicos venezolanos y se puso absolutamente en manos de los médicos cubanos”. Que su información procedía de la familia de Chávez, de la que él es cirujano, y que tenía “sarcoma”.

Todo esto fue inmediatamente desmentido por los médicos que le atendían -”no ha sido médico ni de Chávez ni de la familia”- y por el propio Chávez: “”Navarrete es un gran mentiroso, él se presenta como médico de la familia. No es el médico de la familia Chávez y no operó a mi mamá”.

Tras los desmentidos, el cirujano Navarrete nunca mostró pruebas de que efectivamente fue médico de Chávez o de la familia de Chávez. Habría sido fácil entregar cualquier documento médico a El Universal, El Nuevo Herald, Globovisión o cualquier otro medio antichavista. En cambio, se largó de Venezuela afirmando ser víctima de “una persecución” y aún tras llegar a España tampoco demostró nada. “Habría que preguntarle cuánto le pagaron”, concluyó Chávez.

Pero volvamos a ABC. En la noticia se menciona más adelante que “The Wall Street Journal ya se hizo eco hace meses de algunos de esos datos; ahora ABC está en condiciones de ampliarlos”.

Leemos la información del 19 de Noviembre del Wall Street Journal y buscamos su fuente:

“Los informes, basados ​​en entrevistas con personas que han tenido acceso al equipo médico de Chávez (…) El 1 de noviembre el informe de una agencia de inteligencia europea dice que las pruebas médicas muestran un “crecimiento claro y significativo de células cancerosas en la médula ósea del paciente”.

Otra vez misteriosos “informantes con acceso al equipo  médico de Chávez” y un servicio de inteligencia europeo, que sustituyen el sarcoma (cáncer de tejidos blandos) de Navarrete por “una propagación del cáncer a los huesos”, que además es incurable. Por si fuera poco, el Wall Street Journal aseguraba que “informes de otra agencia de inteligencia llegaron a la misma conclusión”. Sin citar -por supuesto- que agencia es esa y -suponemos- que a fin de dar la impresión de que la noticia se había contrastado. En la práctica es como intentar dar veracidad al cuento de Caperucita Roja contrastándolo con el de Pedro y el lobo.

Este medio también apuntaba en Noviembre lo siguiente: “un funcionario de EE.UU. dice que ha visto informes de inteligencia que sugieren que el líder venezolano puede tener tan poco como seis meses de vida”. Por tanto, sólo le quedarían cuatro meses a día de hoy…

ABC habla ahora otra vez de “metástasis en los huesos y en la espina dorsal” y de “un nuevo cultivo cancerígeno de aproximadamente 2 x 1.5 mm en el segmento superior del colon”. El aspecto saludable de Chavez, que ni siquiera ha adelgazado, y su actividad normal durante las útlimas semanas la explica ABC por “un incremento de dosis de calmantes y estimulantes que le ha ayudado a dar la impresión de que está estabilizado y le ha permitido un nivel de visibilidad alto”. Calmantes y estimulantes a la vez.

Tenemos, pues, informes de inteligencia europea (y venezolana según otros medios) a partir de entrevistas con gente en contacto con los médicos de Chávez en Cuba (que se supone, son de total confianza) a los que tuvo acceso “un funcionario de EEUU” y el Wall Street Journal en Noviembre. Además, un nuevo informe del 12 de Enero filtrado presumiblemente por las mismas personas con todo lujo de detalles, pero esta vez a ABC, y acortando aún más su esperanza de vida, de forma que esta vez pueda concluirse lo siguiente;

“Chávez podría morir antes de las elecciones del 7 de octubre o bien llegar a ellas en tal estado, con abundante suministro de morfina, que podría incapacitarle para ejercer un cargo público”.

De los escrúpulos de estos medios ni hablamos, y de lo que anunciaron el paciente y sus médicos públicamente tampoco. Mejor quedarse esperando la tercera o cuarta parte de la película. Tal vez la estrene El País la próxima vez.