Agencias

Copenhague.- Dinamarca, uno de los escasos países de Europa dirigido por un gobierno de centro-izquierda, asumió este domingo la presidencia de la Unión Europea, decidida a imponer una concertación de los 27 para solucionar la crisis de la Eurozona, de la que no forma parte.

Dinamarca, que asegura por séptima vez la presidencia rotativa de la UE, sucede en el cargo a Polonia de manera sumamente discreta, y la ceremonia oficial de la presidencia danesa está prevista solamente el 11 de enero, día en que la Comisión Europea visitará Copenhague, informó AFP.

Esta monarquía de 5,6 millones de habitantes pasa a ocupar la primera línea en la lucha contra la crisis, aunque la importancia de la presidencia rotativa ha disminuido desde que existe un presidente permanente del Consejo Europeo.

Además, el país podría verse marginado, como los otros nueve Estados de la UE, entre ellos Gran Bretaña, que no han adoptado la moneda única.

Tanto más cuanto el gobierno británico acentuó la distancia entre la Eurozona y los países de la UE que no forman parte de ella al abandonar el 9 de diciembre las negociaciones a raíz de la negativa de la primera a modificar los tratados.

La principal misión de Dinamarca será pues «unir a los países que están en la Eurozona con los que están fuera de ella», estima el ministro de Asuntos Europeos, Nicolai Wammen.

Tendrá que arbitrar asimismo en los desacuerdos previsibles durante las negociaciones futuras sobre el presupuesto de la UE para 2014-2020.

Pero todo esto no asusta a la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt, quien considera que la concertación «es una especialidad» de su país.

Prueba de ello, su gobierno, formado en octubre pasado, está compuesto por tres partidos políticos (socialdemócratas, socialistas y socioliberales).

El otro reto de Dinamarca será reactivar el crecimiento en Europa. Para ello, apostará por las tecnologías verdes y las energías renovables.
«Cada euro gastado en la eficacia energética generará empleos europeos», afirmó el ministro del Clima, Energía y Construcción, Martin Lidegaard.

Copenhague desea crear asimismo oportunidades comerciales para las empresas europeas que firman acuerdos con Japón, Canadá, India y Túnez.

Finalmente, el país, que tiene una de las políticas de inmigración más restrictivas de Europa, anuncia que considera una prioridad el mantenimiento de los esfuerzos para mejorar el control en las fronteras exteriores de la UE.