Pero para su sorpresa, fue llevada a toda prisa fuera de su habitación a una pequeña oficina cercana para dejar sitio al secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen, que fue ingresado por una fractura en un brazo.
Larsen fue trasladada a un cuarto sin ventanas en el Hospital Universitario Dinamarca.
Larsen contó a Daily Mail que en su nueva habitación había sufrido un ataque y quedó navegando en su propio vómito porque ninguno de los empleados la había oído.
El Sr. Rasmussen, por su parte, se estaba recuperando de una operación ligera tras una fractura en el brazo que sufrió durante un paseo en bicicleta en Bruselas la semana pasada.
Fue destinado al cuarto con “botón de emergencia” mientras que volvía en sí de la operación. El diario no pudo confirmar la cantidad de personal del hospital que tuvo a su disposición durante ese período.
(Tomado de Daily Mail)