• Promete reducir el déficit en 16.500 millones  en 2012 pero no dice cómo
  • Fulminará los puentes, pasando los festivos a los lunes, salvo fechas de “mayor arraigo”
  • Suprimirá las prejubilaciones salvo en casos “muy excepcionales”
  • Autónomos y pymes no pagarán IVA hasta no cobrar las facturas
  • Establecerá un bachillerato de tres años
  • Creará un Ministerio de Agricultura

Publico.es / Patria Grande

 

La semana pasada, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, avanzó que daría a conocer las medidas “gratas y no gratas” que tomaría para sacar a España de la crisis económica.

 

Una vez terminado su discurso de investidura,, de una hora larga de duración, la primera conclusión es obvia: ha eludido las desagradable y ha avanzado sólo una de las agradables (“Es el único compromiso de aumento del gasto que me van a escuchar en el día de hoy. Insisto, el único y exclusivo”, ha aclarado): su Gobierno subirá las pensiones contributivas a partir del 1 de enero de 2012, que el gobierno de Zapatero congeló a sus cinco millones de perceptores en 2011 como medida para reducir el déficit público en 1.500 millones de euros.

Al igual que sí ha concretado la puesta al día en las pensiones, Rajoy ha eludido referencia alguna al poder adquisitivo de los funcionarios, cuyo poder adquisitivo también quedó mermado por las medidas de Zapatero.

Sobre las medidas ingratas Mariano Rajoy no ha detallado absolutamente nada. Aunque las habrá, de acuerdo con los planes fijados para su legislatura. Porque el primer y casi único objetivo pasa, según ha anunciado, por reducir el “desfase” de 16.500 millones de euros entre ingresos y gastos (es decir, el déficit) para el año que viene. Lo que significa, sí o sí, más recortes.

Rajoy ha dedicado su intervención —”decepcionante” para el PSOE, “preocupante” para CiU y “una forma de contentar a los mercados” para IU— a detallar su programa “reformista”, toda una serie de medidas encaminadas a potenciar la creación de empleo y el crecimiento económico. Con el respaldo que le otorgan los votos (“Los españoles han establecido un punto y aparte”, ha asegurado), el presidente electo ha reproducido el programa electoral que su partido presentó en las elecciones del pasado 20 de noviembre.

De corte neoliberal, se cebará con el sector público. Comenzado por la supresión de la oferta pública de empleo. El nuevo Ejecutivo “llevará a cero la tasa de reposición de personal del sector público”, excepto en el ámbito de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Servicios Públicos Básicos. No habrá, por tanto, nuevas contrataciones en sectores como la sanidad o la educación.

Son decisiones tomadas, según Rajoy, para lograr el “redimensionamiento del sector público y personal a su servicio”, que incluye también la supresión de supresión de entidades publicas, sin dar más detalles. En su discurso, Rajoy también ha avanzado que estudiará nuevos modelos de gestión en las televisiones publicas: “Cuando el conjunto de las administraciones están abocadas a la reducción del gasto, es absolutamente prioritario revisar nuestro actual modelo de televisiones públicas”, ha dicho en su discurso ante el Congreso de los Diputados.

El nuevo Ejecutivo, que celebrará su primero Consejo de ministros el próximo viernes,  presentará unos nuevos Presupuestos Generales para 2012 antes del 31 de marzo, aunque por el momento prorroga los del anterior Gobierno. Entre las primeras tareas que tendrá encima de la mesa está la redacción del proyecto de ley para la reforma del mercado laboral, que presentará en el primer trimestre del año.

Rajoy ‘el reformista’, que sólo ha desvelado que habrá un Ministerio de Agricultura, ha desgranado toda una batería de medidas para impulsar el crecimiento, muchas de las cuales ya se encontraban en su programa electoral: los autónomos y pymes no pagarán IVA hasta no cobrar las facturas; el Gobierno ofrecerá cotizaciones gratis por un año para los contratados menores de 30 en su primer empleo; habrá ayuda fiscal de 3.000 euros para contratación de primer trabajador y se aplicará una exención por modernización de los activos fijos según la cual no tributarán por la plusvalía por la venta de esos activos si lo reinvierten.

Además Rajoy fulminará los puentes, ya que trasladará los festivos al lunes, salvo fechas “de mayor arraigo social”, ha dicho sin concretar más. Asimismo suprimirá las prejubilaciones “salvo en circunstancias muy excepcionales”. De igual forma, reducirá el número de organismos reguladores (como la CMT, la CNC o la CNE).

En relación a la estabilidad presupuestaria, Rajoy ha dicho que siempre ha sido prioritario tener las cuentas en orden. En un discurso “en contra del déficit, la deuda, o las facturas en los cajones”, Rajoy ha reconocido que en este campo no se parte de cero, ya que la reforma presupuestaria aprobada a finales de verano no hace más que marcar la pauta de lo que hay que hacer. La primera piedra “de nuestro proyecto reformista” será la Ley de estabilidad presupuestaria y, después, el saneamiento del sector financiero. El tercero serán las reformas estructurales (“No nos podemos permitir una inflación más alta que la de nuestros vecinos”).

El Gobierno no descansará hasta mitigar las cifras de paro, ha dicho Rajoy, que llega a La Moncloa con casi cinco millones de parados y que, ha pintado un panorama desolador, como él mismo ha reconocido. “España no está sola en el mundo, dependemos de los demás, a la salida de la crisis no habitaremos el mismo planeta que hemos conocido”, ha señalado para defender la importancia de que España ocupe un lugar prioritario en el mundo.

“Hemos de hacer reformas, sí, grandes reformas”, pero “tenemos que mirar más lejos”, es decir, lo que necesitará España dentro de 20 años. “La España que hemos dejado atrás no va a volver”, ha insistido.

El país que quiere construir Rajoy requiere “un estilo de Gobierno adecuado”, ha señalado el presidente del PP. Recordando que las elecciones han otorgado la mayoría absoluta a su Gobierno, Rajoy ha reconocido que se pueden cometer errores y ha subrayado que “deben ser los españoles los motores del cambio”, no el Ejecutivo.

Al pan pan y al vino, vino

Rajoy aspira a un diálogo “con todos”, ha señalado pese a haberse negado desde el primer momento a recibir a Amaiur, y a decir “siempre la verdad, llamar al pan pan y al vino, vino”. Y eso pasa por reconocer las cifras de paro, que Rajoy incluso ha elevado respecto a las oficiales: en España ronda el 23% de la población activa, unos, 5,4 millones de desempleados, con un índice del paro juvenil que supera el 46%, porcentajes que no hacen más que confirmar “el dramatismo” de la situación por la que atraviesa el país. El incremento del paro se debe, según Rajoy, a la destrucción de empleo (literalemente, “el incremento del paro en España se debe,fundamentalmente, a un profundo proceso de destrucción de empleo”) y al cierre de empresas.

Bachillerato de tres años

Habrá también reformas en el sector educativo, con un bachillerato de tres años. “Tenemos que promover el bilingüismo español-inglés en todo el sistema educativo, e impulsar la opción de una educación trilingüe en las comunidades autónomas con lengua cooficial. Asimismo, es preciso extender el uso de las nuevas tecnologías para alumnos y docentes”, ha dicho, siempre en la búsqueda de la excelencia e innovación en la Universidad para ganar competitividad internacional.

El próximo presidente del Gobierno ha dicho que no se puede aplicar una subida de tarifa de la electricidad que recaiga sólo sobre los consumidores, ha subrayado que abordará “de manera inmediata” el proceso de renovación pendiente de seis de los doce miembros que integran el Consejo de administración de RTVE, y ha concretado que ese proceso estará resuelto en tres meses.

Renovación del TC

Pese a haber hecho todo lo posible durante la pasada legislatura para torpedear la renovación del Tribunal Constitucional, el próximo presidente del Gobierno ha mostrado su perfil más conciliados para decir ahora que se propone “abordar de manera inmediata, en diálogo con la oposición, el proceso de renovación pendiente en el Tribunal Constitucional”. Desde hace más de tres años y medio hay una vacante de una magistrada sin cubrir y ha pasado más de un año sin que se produjera la preceptiva renovación de los magistrados cuyo mandato finalizó en noviembre de 2010.

Rajoy también ha anunciado que cerrará en tres meses otros procesos de renovación abiertos como el del Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y el Consejo de Radio Televisión Española.