María Puig Barrios
larepublica.es
Estamos hablando de billones, con B, una cifra astronómica si tenemos en cuenta que un billón, con B, es un millón de millones. Sí. Estamos hablando de ocho millones de millones, ocho billones con B de botín, el botín del siglo XXI de los que eluden impuestos, pillan el dinero y lo meten a buen recaudo en los paraísos fiscales, saqueándonos a todos. Porque por cada dinero que no pagan ellos, los capitalistas, los de guante blanco y reconocido prestigio social, tenemos que pagar nosotros, los pueblos, la clase trabajadora.
Insisto, y no me cansaré de repetirlo, este botín se ha ido formando – y sigue creciendo – con los miles de millones de euros que llegan todos los años a los paraísos fiscales, paraísos elitistas que han ido in crescendo hasta alcanzar el número de setenta y dos, por la gran demanda de evasión fiscal de los guantes blancos.
Dice la ONU que se necesitaría 40.000 millones de euros en cinco años para erradicar la pobreza en el mundo. A algunos les parecerá una misión imposible. Sin embargo, 40.000 millones de euros es sólo el 0,5 por ciento de los depósitos privados ingresados en los paraísos fiscales. El 0,5% por ciento de los 8 billones de euros.
Para “rescatar” a los países europeos en quiebra, haría falta, según los expertos que confunden, intencionadamente, economía con economía de mercado, unos dos billones de euros. Parecerá otra misión imposible. Sin embargo, sólo representa el 25 por ciento de los depósitos privados ingresados en los paraísos fiscales. El 25% por ciento de los 8 billones de euros.
Por lo tanto, con sólo el 25,5% del dinero privado de los paraísos fiscales que procede del fraude de los ricos, se podría afrontar la crisis creada por la especulación financiera en la Eurozona y erradicar la pobreza en el mundo. Pero los paraísos fiscales – como la especulación financiera, la economía de casino, que genera la crisis – son intocables, inviolables.
Es más fácil violar el derecho internacional y la soberanía de los pueblos. Es más fácil actuar a sangre y fuego, en nombre de la “democracia” y “la libertad”, contra países soberanos porque sus dirigentes – hasta entonces, amigos de Occidente – se han atrevido a decir que iban a vender su petróleo a nuevos países o prescindir del petrodólar a favor del euro, firmando así su sentencia de muerte. Y la Unión Europea se apunta a cómplice sumisa y estúpida de Estados Unidos, directamente o a través de la OTAN. En el 2003, ya fueron a “liberar” al pueblo iraquí. La “liberación” sólo aportó al pueblo iraquí destrucción, abusos y muerte. Durante ocho años. Atraso social. Una guerra con una factura de un billón de dólares que estamos pagando todos.
Dinero, hay. Ocho billones de euros. Contantes y sonantes. En los paraísos fiscales. Señores y señoras Obama, Merkel, Sarkozy, Lagarde, Draghi, y gobiernos nacionales de los países europeos, ¡Paren ya el espectáculo canallesco de la acumulación capitalista a costa de las arcas públicas! ¡Dejen ya las tijeras de recortar ingresos de los que sólo tenemos salarios, prestaciones, becas, pensiones y pagamos impuestos! Cambien las herramientas. ¡Cojan las palas y vayan a recoger el dinero del botín amasado en los paraísos Fiscales por los capitalistas que eluden impuestos y vacían las arcas del Estado!