Según el diario nigeriano Vanguard, el presidente Goodluck Jonathan adoptó la decisión después de reunirse con los jefes de las fuerzas de seguridad y el Ejército en una reunión de urgencia celebrada ayer con motivo de los ataques.
La secta islamista Boko Haram, que lucha por un Estado regido por la ley Sharia en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, se atribuyó ayer los cinco atentados orquestados que tenían como objetivo a la comunidad cristiana del país.
El presidente Goodluck Jonathan condenó los atentados a través de un comunicado emitido a última hora de ayer, asegurando que el asesinato de inocentes en un día en el que millones de personas celebran el nacimiento de Jesucristo es un acto despiadado que merece el rechazo de todos los nigerianos de paz.
“Estos actos de violencia contra personas inocentes son un ataque injustificado a nuestra libertad y seguridad colectiva”, afirmó el presidente. “Los nigerianos deben unirse para condenar estos actos”.
El saldo de víctimas de los atentados ha llegado a los 40 muertos, según publicó hoy el periódico Vanguard.
En Madalla, una ciudad del Estado de Níger cercana a la capital Abuya, los servicios de emergencia recuperaron al menos 35 cuerpos, según manifestaron responsables de la Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria (NEMA), tras el ataque contra la iglesia católica de Santa Teresa.
Horas después, un nuevo ataque se registró en las inmediaciones de una iglesia en Jos, capital del Estado de Platau (Centro del país), ciudad que ya había recibido amenazas de Boko Haram durante la semana pasada.
Al menos un policía perdió la vida cuando trató de detener a cuatro hombres armados, que pretendían volar la iglesia de la Montaña de Fuego y Milagros de esta localidad.
En Damaturu, un terrorista suicida se inmoló hoy en las inmediaciones del Centro de Operaciones del Ejército en la ciudad, lanzando su coche bomba contra un convoy militar, matando a tres soldados.
La ola de atentados de hoy supera el ataque más sangriento realizado hasta la fecha por el grupo terrorista Boko Haram, que se responsabilizó del atentado del pasado agosto contra la sede de la ONU en Abuya, en el que murieron 24 personas.