
«No hablamos de 50.000 ni de 5.000, ni tampoco de 500 (muertos) si toda la gente se queda en casa», afirmó Barak en declaraciones radiales.
«Israel -agregó- está lejos de quedarse paralizada por las amenazas o el miedo. Hay que actuar con la cabeza fría y con tranquilidad. Y no hay que descartar que en tanto se nos ponga a prueba», agregó.
En tanto, de acuerdo con una encuesta del Instituto Saban de política para Medio Oriente, con sede en Washington, dos tercios de todos los judíos israelíes estarían dispuestos a renunciar a sus armas nucleares si Irán también lo hiciese.
Sobre la cuestión de un ataque militar a Irán, la población judía que vive en Israel se muestra dividida: un 43% señala que apoyaría la acción, mientras que un 41% la rechaza.
De la minoría árabe que vive en el país, un 68% lo reprueba y sólo un 4% está a favor de una operación militar, informó el diario israelí «Yediot Ahronot» en base a la encuesta del Instituto Saban.
