
Addis Abeba/Kampala. La conferencia internacional sobre el sida celebrada en Addis Abeba estuvo dominada por un tema: ¿Qué sucederá con los millones de enfermos del VIH en África, ahora que se ha cancelado la próxima ronda de financiación de los fondos globales para combatir el sida, la tuberculosis y la malaria? Al término de la reunión (ICASA), que se prolongó durante cinco días en la capital etíope, la organización vio necesario aclarar las cosas. «Todos los que actualmente reciben tratamiento de un fondo global (FG) serán tratados», subrayó la vicedirectora del fondo, Debrework Zewdie.
Eso significa que los programas existentes, en los que los afectados reciben medicamentos antirretrovirales, seguirán adelante.
Se pedirá a todos los países africanos que comuniquen al fondo cuánto dinero necesita para continuar su proyecto. Según explicó Zewdie, el FG ha previsto medios que ahora serán repartidos. Pero en los próximos años no habrá programas nuevos, que con tanta urgencia se necesitan, ni se aumentarán las ayudas. Debido a la crisis financiera internacional, no se sabe cuánto dinero podrán aportar los grandes donantes, o si harán aportación alguna.
Las malas noticias llegan en un momento en el que finalmente comienzan a vislumbrarse éxitos y el número de nuevos contagios empezó a disminuir en varios países del África subsahariana. «No estamos en un momento maravilloso, estamos en un momento terrible, y los acontecimientos actuales nos harán dar marcha atrás», dijo Zewdie.
«Y naturalmente, es un mal momento para aplazar una ronda de financiación, justo cuando finalmente se ven resultados positivos», añadió. El FG es el mayor financiador mundial en la lucha contra las enfermedades infecciosas.
Uno de los países al que más le preocupa el futuro es Uganda.
Actualmente, unos 300 mil de los 1.2 millones de seropositivos en este pequeño país africano reciben tratamiento médico. Otros 300 mil están a la espera de ser aceptados en uno de los programas. Pero «los recortes de medios que vendrán a corto plazo tendrán consecuencias muy negativas» en los pacientes, dijo a dpa Juliet Sedi, de la organización Hospice Africa. «Hoy en día muere gente porque no tienen acceso a medicamentos antirretrovirales.» Sedi ve diariamente esta triste realidad de cómo la confusión y el miedo domina la vida de los enfermos. «Uno de nuestros pacientes se suicidó hace poco, porque su hija no pudo conseguir los 110 mil schilling (32 euros/43 dólares) necesarios para el tratamiento». Si ahora el FG elimina medios, «enterraremos a gente todos los días».
La organización Médicos sin Fronteras dibujó recientemente un amargo escenario: «Esto significa un retorno a la situación a principios de la década del 2000, cuando los médicos tenían que elegir cuáles de sus pacientes tenían más posibilidades de sobrevivir», señalaron. «Una elección completamente inaceptable, e inimaginable para 2011».
Sin embargo, no parece justo que sólo el fondo global sea mirado con lupa. Durante la conferencia global de Addis Abeba se elevaron cada vez más voces que exigían que los países de África sean quienes finalmente busquen financiación para hacer frente al problema. Zainab Akol, del Ministerio de Sanidad en Uganda, dijo a dpa que ya se están preparando «para todo tipo de eventualidades» y contactando con distintos socios para tapar los agujeros de financiación.
Un delegado africano opinaba incluso que la cancelación de la ronda de financiación del FG era lo mejor que podía pasar: «Ahora los gobiernos del continente tendrán por fin que convertir en hechos las muchas palabras».