El escándalo de las prótesis

 

Página12

 

Unas 30 mil mujeres podrían verse obligadas a “retirar sus prótesis mamarias” en Francia, y probablemente varias decenas de miles más en otros países, ante la sospecha de que la marca de implantes Poly Implant Prothesè (PIP) provoca casos de cáncer. “Actualmente estamos en un proceso de evaluación de esas prótesis mamarias, teniendo en cuenta los riesgos de cáncer que aparecen”, declaró ayer Valerie Pecresse, vocera del gobierno francés y ministra del Presupuesto.

Según informaron autoridades sanitarias francesas, se registraron “al menos ocho casos de mujeres con tumores malignos” que utilizaban la cuestionada marca de implantes mamarios. Cinco de ellos se declararon cánceres de seno (adenocarcinoma), un caso de linfoma raro de seno (de una paciente fallecida), otro de linfoma de amígdala y el último de leucemia. Ante esta situación, Pecresse advirtió que “urge que todas las mujeres que tienen prótesis PIP vuelvan a consultar a sus cirujanos”.

 

“Las autoridades van a pedir a todas las mujeres que llevan prótesis mamarias de la marca PIP que las retiren”, puntualizaron desde el gobierno galo. Y agregaron que “evaluarán de aquí al fin de semana su plan de acción”.

Fundada en 1991, Poly Implant Prothèse (PIP) ocupó durante algún tiempo el rango de número tres mundial del sector, suministrando unas 100 mil prótesis anuales, de las cuales exportó el 80 por ciento, sobre todo a España y Gran Bretaña. En Francia “30 mil mujeres llevan actualmente una de ellas”.

Una primera alerta sobre la utilización de estas prótesis mamarias se produjo en marzo de 2010, cuando la Agencia Francesa de Medicamentos y Productos Sanitarios (Afssaps) había detectado “la utilización de manera fraudulenta”, por parte de PIP, de un gel de “mala calidad” para fabricar sus implantes. Este gel, diez veces más barato que el conforme con las normas de la Comunidad Europea, presenta “riesgos elevados de que se rompa la cubierta de la prótesis, produciendo una inflamación de los tejidos vecinos y un goteo de la silicona”, según indicó el informe de la insitución francesa.

Una segunda alerta fue a raíz de la muerte, a causa de una forma rara de cáncer –un linfoma primitivo de seno– a fines de noviembre pasado, de una mujer de 53 años que llevaba implantes PIP. Sin embargo, “los lazos de causalidad” entre las prótesis PIP defectuosas y los cánceres “no se han comprobado” hasta el momento, según informó el Ministerio de Salud francés.

En Argentina, la comercialización, importación y uso de las prótesis mamarias PIP fue prohibida en abril de 2010, coincidiendo con el informe presentado por la Afssaps. Sin embargo, aquí “no se han comprobado riesgos en la utilización de estos implantes de silicona”, expresó Jorge Guerrisi, jefe del área de Cirugía Plástica del Hospital Argerich. Y agregó que los resultados de un estudio sobre genotoxicidad realizados por las autoridades sanitarias francesas “no han mostrado efectos tóxicos en el gel de relleno de los implantes mamarios PIP” –pese a que anteriormente desde Francia habían ordenado el cese de la implantación de estas prótesis–, por lo que “no está verificado que los casos de cáncer que se dieron a conocer en el país europeo coincidan con el uso de los PIP”.

Se estima que en Argentina, 13 mil personas utilizaron silicona de la marca francesa para aumentarse los pechos desde el año 2004. En tanto, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) recomienda “comprobar mediante un estudio médico, si el paciente cuenta con este tipo de implante mamario”, y a partir de ello, “analizar sobre cómo proceder ante cada caso en particular”.