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La  crisis económica  ha descubierto las debilidades de una sociedad como la española obsesionada por la propiedad de la  vivienda. Tal vez sea hora de aprender la lección y apostar por otras opciones. 

Por ejemplo, el modelo escandinavo de  alquiler, conocido como ‘andel’, con las  cooperativas de régimen de cesión de uso. Se trata de un procedimiento que queda a medio camino entre la propiedad y el arrendamiento.

Ni vendidas ni alquiladas

Utilizado en países como Dinamarca, Noruega y Suecia, consiste en un  modelo cooperativo  según el cual la propiedad de las viviendas reside en manos de una cooperativa y en el que los socios disfrutan de un derecho de uso indefinido con un alquiler de precio reducido.

En este modelo las viviendas  no pueden ser ni vendidas ni alquiladas, tan sólo se puede transmitir el derecho a uso. Una de sus ventajas es que se paga un derecho de uso cuyo importe es muy inferior a un alquiler o a una  hipoteca. 

Además, en las cooperativas de régimen de cesión de uso se dispone de un fondo monetario que puede ser utilizado para reformas de las viviendas o del edificio. Los edificios  suelen tener espacios comunes  para todos los miembros.