
Gross, un técnico de 61 años que trabajaba para una empresa subcontratada por el Departamento de Estado estadounidense, fue detenido el 3 de diciembre de 2009 en La Habana, acusado de espionaje por distribuir dispositivos de acceso a Internet vía satélite de uso común en muchos países, pero prohibidos en Cuba.
Tanto Gross como el gobierno de Barack Obama, que ha exigido reiteradamente su liberación inmediata, niegan las acusaciones de espionaje y afirman que su misión era dar acceso a la red a grupos judíos cubanos, aunque la pequeña comunidad judía en la isla niega conocer al contratista.
Ayer, Raúl Castro, anunció ante la Asamblea Nacional (parlamento)que en los «próximos días» liberará a más de 2.900 presos, un indulto concedido en parte como gesto a la visita del Papa Benedicto XVI el próximo marzo a la isla.
«Seguimos llamando a las autoridades cubanas a que liberen a Alan Gross y lo devuelvan a su familia, donde pertenece», reiteró hoy el vocero estadounidense.
