
La ausencia del subsecretario en los compromisos de la delegación llamó la atención de sus compañeros, que comenzaron a llamarlo por teléfono. Ante la falta de novedades partieron hacia allí a buscarlo, y al no responder el llamado a la puerta se convocó a personal del hotel para que abrieran la habitación. Al ingresar, según fuentes de la policía uruguaya, se encontraron con el cuerpo con un cinturón alrededor del cuello cerca del placard de su habitación.
Heyn fue designado subsecretario en la flamante Secretaría de Comercio Exterior que creó la Presidenta al asumir su segundo mandato. El dirigente de 34 años era presidente de la Corporación Puerto Madero y era representante del Estado en Aluar. Su militancia política se había profundizado en su paso por la universidad. En la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, desde la agrupación TNT, enfrentó a la Franja Morada y logró la presidencia de la Federación de Estudiantes de Buenos Aires apenas iniciada la década del 2000. Luego se incorporó al kirchnerismo y fue un dirigente importante de la agrupación La Cámpora, que conduce el hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner.
En la comitiva aseguraron que la última vez que vieron a Heyn fue en la noche del lunes, y no se notó ninguna actitud fuera de lo común. “Estamos muy dolidos y sorprendidos por lo que pasó”, señalaban. El funcionario había llegado el viernes con el equipo de la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri, para iniciar las negociaciones que derivarían finalmente en la firma del aumento del arancel a los productos extrazona.
El caso quedó en manos de la Justicia uruguaya, que secuestró los teléfonos y computadoras de Heyn, además de los videos de seguridad del hotel. El juez aseguró que la autopsia arrojó “resultados normales” y que “no hay signos de violencia” pero que debían realizarse exámenes sobre el cuerpo.
