
El sumergible nuclear, como indicó el primer mandatario, “salió velozmente hacia el norte” y pudo haber sido interceptado y hundido por la flota venezolana pero el Presidente dio la orden de que lo dejaran ir. “Nosotros no somos guerreristas”, señaló.
“¿Por qué no respetan al mundo? ¿Por qué no se dedican a resolver los problemas que tienen en su propio territorio?”, expresó el Presidente, y convocó a los Estados Unidos a que “se olviden de estar controlando al mundo, que no lo van a poder controlar. El genio se salió de la botella y no lo van a poder controlar otra vez“.
Hizo un llamado de paz, pero enfatizó basándose en un texto bíblico, que sólo habrá una paz verdadera cuando haya justicia.