Abajo firmantes

Nosotros Movimientos Sociales de las bases del poder popular:
Ante la abierta crisis decadente del sistema neoliberal capitalista en
Estados Unidos y Europa; ante un mundo capitalista lleno de indignados
sociales, ante la posición política de construir alternativas lógicas
sociales, humanísticas, de valores y verdaderos derechos y defensa de
la humanidad, la madre tierra y la soberanía de nuestros pueblos
latinoamericanos y caribeños; ante la hegemonía controladora,
avasalladora y parásita de los estériles organismos internacionales
(todos creados por el imperio) y que por tantos años ignoran y
sometieron social y económicamente a nuestros pueblos, aparentando
supuestos planes de desarrollo, para explotarlos aventajadamente con
“pañitos calientes”, vulgares y desiguales “tratados de comercio”, que
no son otra cosa que el apoderamiento de nuestros recursos naturales y
la usanza de Latinoamérica y el Caribe, como el patio trasero.

Ante verdaderas tesis probadas ya, de que: “un mundo mejor, si es
posible”, y que las alternativas de cambio, están en plena revolución,
para que nuevos mecanismos de integración para ese cambio
revolucionario se expresen, cooperen y se beneficien entre si, sin la
injerencia de los que “hasta ahora han trancado el juego”.
Ante los hechos sociales de abierto y desvergonzado intervencionismo
en los pueblos, ante la manipulación política que ejercen los
organismos internacionales, la descalificación a países progresistas y
violación de todo tipo de leyes y derechos, calificando ellos: “que
humanos tienen derechos y quien no los tiene” todo hipócrita y
tendenciosamente a satisfacer sus antojos e intereses. Ante la
indignación y repudio por las guerras y la lucha por la paz.

Ante la mirada consiente, despierta, atenta y esperanzada de los
pueblos, las comunidades y movimientos sociales de las bases del poder
popular; quienes estuvimos allí, entusiasmados pero no protagonizando,
y que somos la esencia misma de la razón que desea y merece la
transformación necesaria que ha dado origen a toda esta discusión y
que en definitiva deberán ser los pueblos los beneficiarios directos
de los logros socio políticos de estas transformaciones; acompañando
con nuestro seguimiento, alegría, esperanza y presencia solidaria
hasta donde se nos permitió en todos los actos públicos posibles de la
cumbre de nacimiento de la CELAC; creación y nacimiento que nuevamente
aceptamos como bastión de esperanza en la necesaria unión integral de
Latinoamérica y el Caribe.

No dejamos sin embargo, de estar alertas, atentos y prestos a la lucha
y participación, a la expresión del pensamiento crítico y constructivo
de las realidades que nos afectan y encauzamos.
Para nadie, revolucionado y transformado en nuevo ciudadano o
ciudadana hombre o mujer socialista, nada de lo que se planteo en la
cumbre, de lo que dijeron los líderes y representantes de los países;
ni siquiera el documento de cierre denominado: “Declaración de
Caracas” es nuevo. Todo lo dicho, lo que justifica la creación de la
CELAC y lo plasmado en esa declaración, ya fue discutido y analizado
desde hace mucho tiempo, ya lo planteó el libertador 200 años atrás y
casi todos lo recordaron; ya lo hemos pensado, discutido y planteado
los pueblos desde siempre en nuestras luchas revolucionarias desde
hace años; ya existen por lo menos tres (03) o cuatro (04) organismos
comunes con propuestas económicas, políticas y sociales similares;
muchos de estos organismos nacieron también como mecanismos de
esperanza y participación, pero lamentablemente han sido rápidamente
absorbidos y congelados, por la comodidad burocrática y la
“estandarización administrativa protocolar”, que impide la
creatividad, la ejecución y participación de ideas y propuestas para
consolidar el verdadero objetivo para el cual fueron creadas; y así
mismo son fácilmente infiltradas sistemática y rapazmente por expertos
burócratas anti integracionistas, luchadores pasivos pro yanquis y/o
quintas columnas enquistados en las instituciones oficiales
internacionales, dispuestos a blindar, frenar y dilatar la
participación de la bases del poder popular, llámense movimientos
sociales, comunidades organizadas, etc. Parasitas representaciones
políticas trabajando muy intensamente para no hacer absolutamente
nada, sino aprovecharse de la posición ejecutiva que el cargo
representa, para coartar y cercenar “la medula” que haría funcionar
una verdadera integración, que bien seria la que menos toman en cuenta
todas estas organizaciones y organismos oficiales: “la diplomacia de
los pueblos” .

Cualquier comunidad organizada Internacionalista e integradora, grupos
o colectivos culturales o sociales, ambientalistas, etc., conocen muy
bien que plantearle una propuesta integracionista, cultural, de
intercambio, etc., etc., a la presidencia del Parlatino, o a
cualquiera de sus acomodados diputados, a la Secretaría ejecutiva del
Alba, o a cualquiera de las cinco (05) vicecancillerías que tiene la
propia Cancillería Venezolana, es prácticamente “una verdadera
quimera”; que la inoperancia activa de esta innecesaria burocracia,
solo tiene mecanismos muy audaces y eficientes para dar respuestas
negativas, infuncionales, mecanismos dilatorios, e informales, y que
en la mayoría de los casos ni siquiera formalizan ninguna respuesta,
obviando y frustrando las esperanzas de participación de las bases del
poder popular, y ejerciendo toda acción contraria a tanta inversión, a
la ideología integracionista y a la inclusión participativa de las
comunidades y el pueblo; juegan abiertamente al desgaste de la
participación popular, bien consientes en que han de suponer que: “si
estamos del mismo lado, no tendremos capacidad de réplica, y que si
replicamos, fácilmente nos tachan de contrarrevolucionarios o nos
vetan” con la facilidad que les permite la jerarquía del cargo que
ocupan, menospreciando el verdadero poder que nosotros mismos les
hemos dado, para que nos lo devuelvan en veto, frustración y antítesis
integracionista.

Creemos, sugerimos y estamos consientes de que con la creación de la
CELAC, ha llegado la hora, en que se fusione en un binomio especial
para la integración Latinoamericana y del Caribe, no tan solo los
gobiernos, sino el Poder Ejecutivo con el Poder Popular, es decir, la
participación real del pueblo, de las comunidades, organizaciones y
movimientos sociales, para ratificar el Poder Soberano; que la
participación real de integración venga también desde las bases y no
tan solo desde la cúpulas políticas y de gobiernos, que en muchos
casos confunden el poder popular que les ha dado el pueblo con la
“comodidad inoperante burocrática” y que sumergidos en muchos casos
también, en “múltiples ocupaciones improductivas” y contrarias a la
integración y desarrollo social de los pueblos, actúan solo en la
ejecución de: “LO URGENTE MATA LO IMPORTANTE”, desarticulando
sistemáticamente a las bases, quedando éstas, imposibilitadas de
participar.

Celebramos y aplaudimos la creación de la CELAC, pero con el alerta
desde nuestras humildes trincheras de lucha, de las observaciones
constructivamente críticas que aquí expresamos. Muy poco se logrará en
la verdadera integración y segunda independencia, hasta que cualquier
ciudadano, organización o movimiento de base del poder popular
Latinoamericano y del Caribe, no tan solo sea beneficiado por las
políticas y los planes de integración, sino que las ejecute
directamente y participen también.

“La Diplomacia de los pueblos” es un todo en la Integración, es una
necesidad socio política compartida; integrarse, no debe de ser, ni
seguir siendo una lucha para nadie, sino una facilitación entre los
gobiernos y los pueblos, para el desarrollo entre los estados y sus
comunidades; debe de ser puesta en la agenda de todos los tratados,
organismos e instituciones, quienes debieran de plegarse al servicio
de ella; y es en definitiva “La médula espinal de la Integración”.
Tenemos razones y motivos para celebrar el nacimiento de la CELAC,
porque es la ideología compartida y solidaria de todas nuestras
luchas; consideramos que es necesaria esta integración,
complementariedad y unión de los pueblos Latinoamericanos y Caribeños;
pero no podemos subestimar “al no invitado”; no dejemos de ser
ingenuos, creyendo que Estados Unidos por no estar invitado, se va a
perder esta fiesta; entendamos que “los lacayos pro imperialistas”
están por todas partes, impidiendo, cercenando, oponiéndose y
obstaculizando los procesos progresistas; entendamos que sus intereses
desalmados están trastocados, y que sus tentáculos neo coloniales,
están muy vigentes; no nos conformemos con el probado ÉXITO DE
CONVOCATORIA a los 33 países, ni las mejores y buenas intenciones de
los mismos.

Ejecutemos ya; es tiempo suficiente, un verdadero accionar de: “ensayo
y error”; que cada organización de base del poder popular
internacionalista y entendida de estos procesos de integración,
participe, ejecute acciones, use la moneda virtual Sucre, bajo
cualquier propuesta creativa de desarrollo e integración, plantee
intercambios socio culturales, técnicos, educativos y políticos; que
las Instituciones Internacionales Burócratas de los países, entiendan
que los logros y políticas no son para ellos, sino para los pueblos
mismos que representan; y que finalmente no sea la CELAC un cuerpo
mas, secuestrado por la enfermiza burocracia, incapaz de dar ninguna
respuesta; creadora de costosas y puras intenciones, que jamás logran
preñar, mucho menos dar un parto; y que no termine defraudando el
origen de su creación.

Fundación Integración Comunitaria Suramericana y del Caribe (INTESUR)
Federación de Países Hermanos.
Fundación de Comunidades Organizadas del Sur en Acción.
Consejo Bolivariano de la Construcción.
Fundación Artistas del Sur.
Colectivo Marullo.
Organismo de Integración Motorizado de Venezuela-Zulia.
Teatro Arte de Maracaibo.

fundacionintesur@gmail.com