Agencias

 

Brasil apura la aprobación del Banco del Sur. La creación de esa entidad fue acordada por la Unasur y estará destinada a apoyar la economía de las naciones del bloque. El Gobierno de Rousseff señaló que su instrumentación ayudará a la región en tiempos de crisis
«Creemos que el Banco del Sur debería caminar un poco más rápido y, por eso, la presidente pidió acelerar el envío del proyecto al Congreso brasileño», dijo el principal asesor internacional de la Presidencia, Marco Aurelio García. La nueva institución debe ayudar a la región a protegerse en un momento en que el mundo enfrenta «una crisis de crédito», explicó.

 

 

Ese banco fue ideado por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para fomentar el desarrollo, las economías y las obras de infraestructura en Sudamérica y contará con un capital global de 20 mil millones de dólares.

El Congreso de Argentina convirtió en ley, en septiembre, el proyecto que ratifica el convenio constitutivo. Antes lo habían aprobado Venezuela, Ecuador y Bolivia.

El acuerdo estipula que Argentina, Venezuela y Brasil deberán desembolsar un capital inicial de 2 mil millones de dólares en cinco años cada uno. El aporte de Ecuador y Uruguay será de 400 millones de dólares, mientras que Paraguay y Bolivia otorgarán 100 millones a 10 años cada uno.

Roces con Asunción

Cuatro de los jefes de Estado de la Unasur se verán el próximo 20 de diciembre en Montevideo, Uruguay, donde se celebrará una cumbre del Mercosur, bloque del que forman parte Argentina, Brasil, Paraguay e Uruguay.

A propósito de ese encuentro, García admitió que, en su país, existe cierto malestar con Paraguay por la tardanza de su Congreso en aprobar el ingreso de Venezuela al bloque, único requisito restante para que se concrete.

García recordó, no obstante, que el gobierno de Fernando Lugo apoya la incorporación de Caracas, que es resistida hace tres años por la oposición y algunos sectores del oficialismo por diferencias con las políticas de Hugo Chávez.

El malestar de Brasil con relación al Parlamento paraguayo incluso va más allá, pues, según dijo el asesor de Rousseff, allí se mantiene bloqueada la designación de un nuevo embajador en Brasilia, un trámite que hace unos dos años que debería haberse completado. «Eso no se corresponde con las buenas relaciones», apuntó.